La juez Palacios dice que Iragi le provocó 'miedo concreto' con su carta amenazante

La juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, que declaró ayer en el juicio contra el presunto etarra Harriet Iragi, acusado de enviar una carta amenazante a la magistrada, manifestó que ella se encontraba en la lista de objetivos del comando Madrid desarticulado parcialmente en noviembre de 2000. Palacios explicó que el 'miedo abstracto' a ser objetivo de ETA que sufría en su condición de juez de la Audiencia se vio 'concretado' tras la recepción de la carta enviada por Iragi, en la que éste le señalaba: 'Vas a pagar el daño que has hecho al pueblo vasco. ¡El pueblo vasco no perdona!'.

Según la fiscal Olga Sánchez -que mantuvo su petición de 15 meses de cárcel, y cinco millones de indemnización, para el presunto miembro del comando Andalucía por un delito de amenazas-, el hecho de que la juez estuviera entre los objetivos de ETA es suficiente para considerar que las amenazas de Iragi 'eran creíbles'.

Durante la vista, Iragi replicó que lo que constituye una amenaza es la presencia en el despacho de la juez de una placa conmemorativa de la Guardia Civil, a cuyos miembros se refirió como torturadores. Iragi, de 24 años, fue detenido el pasado mes de octubre acusado del asesinato del médico militar Antonio Muñoz Cariñanos, y también permanece en prisión por su supuesta participación en el atentado que costó la vida al concejal del Partido Popular de Málaga José María Martín Carpena.

La juez Palacios reiteró a lo largo de su testimonio que no tiene motivaciones personales contra Iragi, a quien le correspondió tomar declaración dentro de su turno de guardia después de la detención del terrorista en Sevilla. Y añadió que se limita a cumplir con su obligación y que por ello no renuncia a la instrucción de la causa que le ha correspondido abrir contra él en la Audiencia Nacional.