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EDUCACIÓN

Tarancón invita a marcharse a los inspectores que critican al PP

El consejero de Educación, Manuel Tarancón, evitó ayer responder a las preguntas parlamentrias sobre la designación a dedo de 62 inspectores relacionados con cargos, familiares o con carné del PP, 46 de los cuales acaban de ser aprobados en una cuestionada oposición, en la que han copado el 80% de las 55 plazas fijas que salieron a concurso. El consejero fue, incluso, más lejos y llegó a afirmar que 'el inspector debe de ser el primer abanderado de la política del Gobierno del PP o pedir la excedencia'.

El responsable autonómico de Educación esquivó las dudas jurídicas sobre la transparencia del concurso y los múltiples cuestionamientos de EU y del PSPV a 'la politización de la inspección educativa' y aseguró que la función del inspector debe de ser 'seguidista'. Y acto seguido lanzó una velada acusación al portavoz socialista de Educación, Baltasar Vives, sobre su supuesta complicidad con las críticas realizadas por un grupo de inspectores [pertenecientes, en su mayoría, al cuerpo de la Administración General del Estado], retándole 'a denunciar a los inspectores que están dentro y que enarbolan consignas contra la política del Gobierno del PP'.

'Ahí sí que encontrará usted la politización, porque son los mismos que enarbolan las protestas', remató Tarancón en el seno de la Comisión de Educación convocada, entre otros puntos, para que la Administración explicara las dudas jurídicas que existen sobre el procedimiento, la convocatoria y el resultado final de la oposición convocada para cubrir 55 plazas fijas del cuerpo autonómico de inspectores de educación, cuya lista definitiva de aprobados está integrada por 46 inspectores colocados a dedo por el PP y vinculados a cargos populares, como el hermano de la presidenta de la Cortes, Marcela Miró; la sobrina del director general de Ordenación, Josep Vicent Felip; el yerno del presidente del Consejo Escolar Valenciano; y un larga retahíla de funcionarios con carné del PP.

Esto provocó la irritación del portavoz de EU Ramón Cardona, quien respondió a la invitación de Tarancón a salir de la inspección, a quien no esté de acuerdo con la política del PP: 'Me tiene escandalizado, señor Tarancón, creía que la Administración no buscaba un perfil ideológico de inspectores, sino un perfil profesional'. Y añadió: 'Lo que se le pide a la inspección es que haga su trabajo, pero no se le puede pedir que calle cuando algo no funciona'.

Simultáneamente, la diputada del PP, Maira Barrieras, trataba de convertir la sesión en un juicio popular contra el diputado socialista Baltasar Vives, por su participación en un concurso de méritos de mediados los 80 que fue impugnado por un profesor valenciano que trabajaba en Galicia que recurrió que no se hubiera convocado antes un concurso de traslados, a quien los tribunales dieron la razón invalidando el proceso.

El intento de Barrieras no tuvo respuesta y se redujo a un recurrente reparto de copias del diario local que encabezó la campaña en aquella época. Vives evitó entrar en este juego de ataques y descalificaciones y recordó al consejero que 'la mayoría absoluta no le exime de responder en la Cámara a los cuestionamientos de la oposición'. Cardona, por su parte, recordó que EU ya criticó en su momento 'la actuación socialista' y le recordó a la Administración del PP que 'la actuación del PSOE no justifica su actuación actual. Tan negativo es esto, como lo fue aquello'.

Respecto a la sentencia contra las obras de remodelación del Teatro Romano de Sagunto, Tarancón se remitió al plazo para pedir otros informes técnicos, que expira a finales de agosto.

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