PÍLDORAS

La edad de los pacientes no debe ser un factor determinante para su ingreso en las unidades de cuidados intensivos (UCI), de acuerdo con un estudio publicado en Medicina Clínica que demuestra la utilidad de los cuidados intensivos en pacientes ancianos y justifica su tratamiento. Actualmente, el 12,5% de los enfermos ingresados en las UCI españolas son mayores de 75 años y el 41% tiene entre 60 y 75 años, por lo que consumen buena parte de los recursos. Aunque estos pacientes tienen, en general, un mal pronóstico y una corta esperanza de vida, se les atribuye sin una base objetiva sólida, como evidencia este trabajo, una mala calidad de vida posterior y una menor eficacia del tratamiento en estas unidades. Sin embargo, a pesar de que la mortalidad de los ancianos en la UCI es alta, la recuperación en general es muy buena, puesto que sólo el 21% empeora tras su paso por cuidados intensivos. 'La edad en sí misma no influye en la mortalidad', concluyen los autores de este trabajo, cuyo primer firmante es Francisca García Lizana, del hospital Universitario Insular de Las Palmas de Gran Canaria.

Las muertes por cáncer testicular están disminuyendo, a pesar del incremento del número de hombres con la enfermedad, gracias al diagnóstico temprano y a tratamientos más efectivos, según una nueva investigación publicada en The Lancet, que reveló que el tratamiento con quimioterapia puede ayudar a reducir los índices de mortalidad por el cáncer más frecuente entre los hombres de 25 a 29 años. 'El cáncer testicular es un ejemplo clásico de que la enfermedad es curable cuando se brinda el tratamiento adecuado', dice Peter Boyle, del Fondo Imperial de Investigación del Cáncer, en Gran Bretaña, y coautor del estudio. 'A pesar de que los casos están aumentando, las muertes como consecuencia del cáncer testicular han ido disminuyendo en Norteamérica y Europa occidental desde finales de la década de los setenta', añade. Los índices de mortalidad por cáncer testicular en hombres menores de 45 años disminuyeron alrededor de un tercio a finales de los años ochenta en comparación con la década de 1970, aunque el número de casos aumenta desde 1930 y afecta ya a uno de cada 500 varones.- REUTERS

La dinámica hospitalaria actual exige tanto a los clínicos como a los jefes de servicio una mayor autonomía, que permitiría que el profesional de la gestión actuara más en aspectos clínicos y que el clínico se implicase más en aspectos de gestión. Así lo defienden Joaquín Estévez, director gerente del hospital Puerta de Hierro, de Madrid, y Jesús Curiel, médico experto en gestión, en el Manual para la gestión sanitaria y de la historia clínica hospitalaria. Según los autores de esta publicación, España goza de uno de los mejores sistemas sanitarios de los países desarrolllados, pero 'existe una excesiva burocratización de la asistencia'. A ello habría que añadir 'una falta de profesionalización por parte de algunos gestores y la excesiva movilidad de estos directivos'. La historia clínica, por su fácil accesibilidad gracias a los modernos sistemas de información, plantea uno de los retos más importantes en la gestión y en lo que respecta a la intimidad.- M. S.