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El Ayuntamiento realoja a las cuatro primeras familias chabolistas del poblado de Pitis

El Consistorio prevé desmantelar los 120 chamizos del núcleo de infraviviendas para 2002

María Luz de los Anjos, de 24 años, creció entre las chabolas de Pitis. Pero desde ayer se siente aliviada porque sus dos niñas, de 11 y tres años, podrán criarse en un vecindario asfaltado e iluminado, con tiendas y sin barrizales. Y, además, la pequeña, afectada por un grave problema cerebral, tendrá cerca el hospital al que debe acudir tan a menudo. 'Todavía no he visto la casa que me ha tocado, sólo sé que es una planta baja, y eso es estupendo para la niña, que apenas anda', explica jugueteando con las llaves de su nuevo hogar, en Usera.

'Nosotros teníamos agua y baño en la chabola, además de luz que conseguíamos de una batería de coche. Pero, con los calores y la suciedad, mi hija estaba delicada cada dos por tres. A ver si ahora podemos cambiar de vida', comenta esperanzada esta mujer, que ahora subsiste con el ingreso madrileño de integración (IMI), una ayuda de unas 42.000 pesetas mensuales que reciben familias sin recursos.

Lourdes, de 40 años, y sus tres hijos, uno de ellos discapacitado, viven desde ayer en un piso de Carabanchel, lejos del poblado en el que llevaban siete años. 'Estoy muy contenta de salir de aquí, he visto el barrio donde me van a llevar y me ha gustado, el piso aún no lo conozco, pero seguro que nos adaptamos', asegura. A su lado, una pareja formada por un portugués y una española casi llora pensando en su nueva casa, en el Puente de Vallecas, donde sus hijos podrán invitar a otros compañeros sin avergonzarse de su barrio.

Estas familias pagarán de 5.000 a 10.000 pesetas mensuales de renta por pisos de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) en los distritos de Carabanchel, Usera y Puente de Vallecas. Dos de las viviendas son del parque de la EMV; las otras dos las ha adquirido este organismo a particulares para arrendárselas a estos chabolistas a precios sociales.

El Ayuntamiento tenía previsto iniciar en enero este realojamiento, pero se ha ido retrasando. El concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez, explicó ayer que su objetivo es realojar este año a unas 80 familias de las 120 que habitan en el núcleo y finalizar en 2002 esta operación, cuyo coste se estima en 700 millones de pesetas. 'Uno de los problemas es que hay familias reacias a ser trasladadas, porque no saben dónde guardar la chatarra, pero se va a intentar que se asocien en cooperativas para conseguir un almacén', añadió Herráez. Otro temor de muchos chabolistas es no poder pagar las 15.000 o 20.000 pesetas que suelen costar los alquileres, pero, por ahora, se están fijando rentas más bajas.

Buena parte de estas familias prefererirían ser realojadas en un poblado de casas bajas donde permaneciesen todos juntos y pudiesen seguir viviendo a pie de calle, como han hecho siempre. Pero el Ayuntamiento y la Comunidad rechazan crear más poblados de realojamiento en casas bajas tras la mala experiencia vivida con algunos de ellos como La Celsa, La Rosilla o La Quinta, que han acabado siendo guetos de marginación y de venta de estupefacientes. Pitis, pese a su proximidad a La Quinta, un hipermercado de la droga, no ha sido nunca un punto de trapicheo. Según los datos de la EMV, las tres cuartas partes de las familias de Pitis, un 20% de ellas de etnia gitana, tienen ingresos inferiores al salario mínimo interprofesional (73.000 pesetas al mes). La mayoría vive de la venta de chatarra y cartón y del peonaje.

El poblado entorpece la construcción de la avenida del Arroyo del Fresno, vital para esta zona en expansión. Pero los trabajadores sociales que atienden a estos chabolistas han insistido para que los primeros realojados sean las familias con más problemas, y no las que ocupan las casetas más cercanas a las obras.

15 años de historia

El poblado de Pitis nació hace 15 años, cuando varias familias llegadas de la deprimida comarca lusa de Tras os Montes se asentaron en un descampado junto a la estación del mismo nombre. En 1987 las instituciones los expulsaron a Portugal, pero volvieron. Al tratarse de ciudadanos extranjeros, hasta hace tres años no han entrado en los planes de erradicación del chabolismo. En 1995 los dueños de los terrenos se comprometieron a aportar 220 millones de pesetas al Consistorio para que construyese un poblado de casas bajas en el barrio de Las Alamedillas. Pero la oposición vecinal frustró la operación. Tras el derribo de las favelas de Los Focos (San Blas) o La Celsa (Puente de Vallecas), Pitis es el segundo núcleo chabolista más viejo de la ciudad, detrás del Pozo del Huevo, creado en los años 50.

Habitante del poblado de pitis.
Habitante del poblado de pitis.MIGUEL GENER

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