Víctor Manuel y Ana Belén entusiasman a 10.000 personas

Víctor Manuel y Ana Belén comenzaron el sábado en Gijón la gira que les llevará durante seis meses por escenarios muy dispares de España y América. El espectáculo, que lleva el título de Dos en la carretera, dejó fascinadas a las casi 10.000 personas que abarrotaban el Palacio de los Deportes. El impresionante montaje escénico, de José Carlos Plaza, imprimió ritmo ejemplar y belleza barroca a la propuesta de la pareja.

La gira sirve para presentar en directo sendos discos de Víctor y Ana que acaban de salir al mercado, El hijo del ferroviario y Peces de ciudad, respectivamente; el grueso del repertorio se surte de esos trabajos. Habida cuenta de que toda canción nueva necesita un tiempo para llegar al corazón de las gentes, y que los públicos piden escuchar lo mismo de siempre, el planteamiento del espectáculo es realmente osado. Pero la osadía va perfectamente escoltada por una espectacular y bellísima puesta en escena de Plaza.

Toda la noche se oyeron pasar brisas. El escenario se convierte en incesante propiciador de sorpresas plásticas deslumbrantes. Tan pronto todo el espacio es un mar apacible como una alameda de cocoteros, o una senda con flores, o un melancólico tren de vía estrecha, o una autopista en plena movida, picachos, carreteras, autopistas, cielos, ríos, flores, gentes con penas o alegrías en el alma. Jamás ningún artista de estas características había montado en España un tinglado de tal categoría

Ana, con vestido ígneo de Jesús del Pozo, y Víctor, con traje gris mineral oscuro, estuvieron medidos y comedidos. No hubo parlamentos ni injerencias que pudieran afectar al espléndido ritmo del espectáculo, a la profunda emoción de una propuesta que, con seguridad, va a constituir un exitazo en esta temporada. Porque, además, tanto Peces de ciudad como El hijo del ferroviario son dos trabajos que algunos ya consideran los más certeros álbumes de ambos.