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Reportaje:Torneo de Roland Garros | TENIS

'Esta vez seré ambicioso'

Corretja se ve bien ante la final y Ferrero lamenta su falta de calma y concentración

Volver a estar en la final de Roland Garros permitirá a Àlex Corretja recuperar el tiempo perdido. Cuando la disputó por primera vez, pareció tener prisa incluso por acabar el partido para poder saltar la red y abrazar a su rival, Carlos Moyà. De eso hace tres años. En este tiempo, Corretja ha tenido tiempo de revisar las imágenes en su cabeza y de recriminarse por la actitud que mantuvo.

'Mi gran suerte', confiesa ahora, 'fue que justo unos meses más tarde, en diciembre de aquel año, 1998, pude jugar otra final, la del Masters, y ganarla'. Y agrega: 'El día anterior a la final contra Moyà me sentía relajado, pensando que ya había hecho todo lo que debía hacer y que si perdía no pasaba nada. Después me di cuenta de que no había explotado todas mis cualidades. No era un sentimiento contra Moyà por haberme ganado, sino contra mí mismo por cómo afronté la final. Aquella experiencia me obliga a ser ambicioso y luchar por ganar el título. Al menos, que no me ganen antes de entrar en la pista'.

Corretja prevé un partido muy duro frente a Kuerten. 'Él está jugando a un nivel altísimo. Pero ya le he ganado algunas veces y eso me da confianza. Confío en que pueda superarle. Si no, no haría falta que saliera. Debo exprimir mis armas. No todos podemos pegar fortísimo cada vez. Yo tengo que estar muy sólido física y mentalmente'. Corretja ganó a Kuerten en sus dos primeros enfrentamientos, en Porto Alegre, en la Copa Davis, y en Hamburgo, siempre en 1998. El brasileño le ha vencido en los cuatro últimos.

A pesar de no haber estado brillante a lo largo de la temporada, Corretja asegura que para él no es una sorpresa estar en la final. 'Si lo fuera, no estaría', afirma; 'pero he tenido que trabajar como si empezara de nuevo. Y no fue hasta la semana pasada cuando los sentimientos en la pista empezaron a mejorar. En Barcelona, cuando perdí contra Moyà, ya anuncié que no había motivos de alarma. Existía un problema de mentalidad, pero física y técnicamente estaba ahí. No siempre podemos estar al ciento por ciento'.

Juan Carlos Ferrero aseguró que su enfado por perder le duraría aproximadamente una hora. 'Tuve una mala mentalidad cuando las cosas se me han puesto mal', reconoció; 'algo me impedía jugar bien. El problema ha sido sólo mental porque he tenido muchas oportunidades, pero no las he sabido aprovechar'. '¿Cambiaría algo del partido si pudiera jugarlo de nuevo?', se le preguntó. 'El resultado', respondió irónico; 'en serio, intentaría jugar más calmado y concentrarme más. Si hubiera estado bien de cabeza, todo habría cambiado'.

Juan Carlos Ferrero se recrimina un fallo.
Juan Carlos Ferrero se recrimina un fallo.AP

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