'Hay quien por una cumbre puede dejar a otro en el camino'

Edurne Pasaban (Tolosa, 1973) se convirtió el pasado 23 de mayo en la primera mujer vasca que ha logrado coronar el Everest. Por eso, la Diputación de Guipúzcoa recibió ayer con honores a la alpinista tolosarra, que llegó a la cima más alta del mundo por la cara sur de la montaña.

Pregunta. ¿Qué siente al ser la primera vasca que corona el Everest?

Respuesta. Para mí es una gran alegría, pero no fui para lograr eso. Yo iba a escalar el Everest tras dos intentos anteriores por la cara norte y lo que quería era alcanzar la cima. Hombre, me gusta ser la primera chica que lo ha conseguido, aunque creo que podría haberlo logrado antes alguna otra. Pero las ayudas que conseguimos son pocas, por lo que es un poco difícil.

P. ¿Insistirá con la cara norte?

R. Tengo una espina clavada con la norte y es una de las expediciones que algún día me gustaría hacer, pero no a corto plazo. Ahora prefiero hacer otras montañas que no conozco.

P. ¿Se ha convertido el Everest en la cima de la mercadotecnia?

R. El Everest está masificado. Hay muchas expediciones comerciales y va mucha gente, pero es difícil hacer algo contra eso. Existen grandes montañas con vías muy difíciles, en las que hay gente haciendo alpinismo de verdad, pero son cosas que no venden.

P. ¿Es cierto que en el Everest los alpinistas van a su aire?

R. El montañismo siempre ha tenido fama de ser un mundo de amistad y compañerismo, pero en las grandes montañas, sobre todo en el Everest, a los alpinistas no les importa mucho el otro. Hay gente que por una cumbre puede dejar a una persona en el camino.

P. ¿Qué proyectos tiene ahora?

R. El próximo otoño me gustaría hacer otro ochomil en el Himalaya, pero todavía prefiero no decir cuál.