Aventura, sí; peligro, no
No me avergüenza confesar que esta mañana, al poner la radio, he llorado al escuchar la noticia de la trágica muerte sufrida por dos niños de un colegio de Badalona que estaban pasando unos días en una colonia infantil.
Nos encontramos con dos pérdidas dolorosísimas e irreparables: las de los niños Alba y Christian, pero también ante el sufrimiento, de por vida, de todos los implicados en el luctuoso hecho: padres, hermanos, familiares, compañeros, monitores, profesores del colegio...
Comprendo que no es el momento de las palabras, que sólo queda espacio para el sentimiento más profundo, y que lo que realmente me gustaría hacer es abarcar en un inmenso abrazo a todos los implicados en esta tragedia y transmitirles mi ánimo y mi más sincero afecto...
Pero también tenemos todos que reflexionar ante un hecho que, por desgracia, no es la primera vez que se produce, pero sí debemos intentar, por todos los medios, que sea la última.
Para ello, debemos recordar que nuestros hijos acuden a las colonias infantiles con la intención de pasar unos días en contacto con la naturaleza y con otros niños, haciendo vida sana y deportiva, y que el hecho de salir de sus casas y de su entorno -quizá por primera vez- ya constituye una verdadera aventura para ellos.
Por favor: 'aventura' controlada, sí; peligro, en ningún caso. Son admisibles todas las actividades que consideren los monitores de los campamentos, granjas-escuelas, colonias... Pero siempre y cuando no constituyan riesgo alguno para los chavales.
Tirolinas, cordadas... A un metro del suelo, de árbol a árbol. ¿Para qué hacerlo sobre ríos, sobre lugares peligrosos o a grandes alturas? No olvidemos que los niños son niños, y van a los lugares citados a disfrutar, no a pasar malos ratos ni a enfrentarse a peligros que, por desgracia, como en el presente caso, pueden desembocar en tragedia, y los padres los enviamos para que se diviertan de forma sana, no a que los conviertan en legionarios.
¿Aventuras para los chavales? Por supuesto. ¿Qué corran peligros? En ningún caso; son totalmente inadmisibles. Siempre puede surgir un imprevisto, por eso es mejor aplicar aquello de 'quien evita la ocasión evita el peligro'.
¡Que Dios os bendiga y os dé fuerza y ánimo a todos los que (Él sabrá el motivo) habéis sufrido tan tremenda pérdida, y ojalá jamás vuelva a producirse un hecho semejante! ¡Que Alba y Cristian nos ayuden desde allá arriba a lograrlo!
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