Todos los partidos acusan al Gobierno catalán de hacer un uso partidista de las encuestas

Todos los partidos catalanes, salvo Convergència i Unió (CiU), pusieron ayer el grito en el cielo por el 'uso partidista' que el Gobierno catalán hace de las encuestas de opinión pagadas por el erario público, pero el bloque formado por CiU y el Partido Popular (PP) cerró el paso a reformas legales que mejoren la situación. La polémica que en las últimas semanas ha afectado al funcionamiento del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobrevoló ayer el hemiciclo del Parlament, pero en un sentido contrario a los intereses de CiU: todos los grupos subrayaron que la situación en el resto de España, con todos sus problemas, es mucho mejor que en Cataluña.

El diputado de Esquerra Republicana (ERC) Joan Ridao presentó una proposición de ley para regular los sondeos de opinión encargados por la Generalitat a través del Instituto de Estadística de Catalunya (IEC). Todos los grupos salvo CiU coincidieron en la necesidad de poner fin a la situación actual, pero el PP, tras lanzar críticas durísimas contra el Gobierno de Pujol, impidió que prosperara la toma en consideración de la propuesta de ERC alegando razones técnicas.

A pesar de que la proposición no prosperó, en el pleno se oyeron palabras muy duras contra el 'uso partidista' que el Gobierno de la Generalitat hace de las encuestas pagadas con fondos públicos. 'Ojalá en Cataluña funcionara la mitad de bien que en España', dijo Ridao. 'No se sabe dónde acaba la Administración y dónde empieza el partido', aseguró el presidente de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), Rafael Ribó. 'La actual normativa es insuficiente y no se cumple', remachó el portavoz del Partit dels Socialistes (PSC), Miquel Iceta.

La última encuesta preelectoral realizada en Cataluña fue entregada al Parlament con 17 meses de retraso respecto al plazo fijado por la propia Cámara, algunos de los datos no llegan a ser entregados nunca, no existe ningún plan anual de elaboración de encuestas, su coste suele ser superior al que fija el mercado y muchos de los estudios tienen un dudoso valor científico.