El PSOE denuncia que en el censo de Buenos Aires figuran 3.000 gallegos de más de 100 años

El PSOE gallego denunció ayer que miles de personas ya fallecidas continúan figurando en los censos electorales de los emigrantes en América. Sólo en la ciudad de Buenos Aires están inscritas como potenciales votantes unas 3.000 personas que en teoría rebasan los 100 años de edad, según aseguró la diputada autonómica socialista Marisol Soneira. Tanto el PSOE como el Bloque Nacionalista Galego (BNG) insistieron ayer en que la votación de los cerca de 300.000 electores gallegos inscritos en América -casi el 15% del censo total de la comunidad autónoma- se hace sin las debidas garantías.

Los emigrantes se han convertido en los inopinados protagonistas de la precampaña a las elecciones gallegas del próximo octubre, en las que el voto de los residentes ausentes ha cobrado gran importancia y podría decantar la asignación de dos escaños. Un día después de que el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, denunciara el viaje a América de dos altos cargos del Ministerio de Trabajo con el propósito, según él, de regularizar el censo y captar votos, los socialistas airean nuevos datos para avalar sus protestas.

Según la diputada Marisol Soneira, fue un funcionario del consulado español en Buenos Aires quien reveló a los integrantes de una comisión del Parlamento de Galicia que se habían descubierto 3.000 supuestos centenarios entre los 80.000 gallegos censados en la capital argentina. 'No creo que sean los aires del río de La Plata los que favorezcan la longevidad', ironizó Soneira. 'Tal vez alguno vaya a votar desde la tumba'. Ella misma tiene constancia, por las experiencias familiares de militantes de su partido en varios países de América, que continúan inscritas en el censo personas fallecidas hace más de una década.

Las quejas del BNG

La falta de actualización del censo y los riesgos de que se manipulen votos usurpando la identidad del fallecido también han sido denunciados reiteradamente por el BNG, que en las anteriores elecciones autonómicas perdió un escaño en favor del PP por los votos de los emigrantes (los populares lograron en América más del 65% de los sufragios). De hecho, una iniciativa del nacionalista Anxo Quintana propició hace unos días que el Senado crease una comisión para estudiar la reforma de la ley electoral en lo relativo al voto de los residentes en el extranjero.

Además de no eliminar los nombres de los muertos, el censo tampoco actualiza debidamente los cambios de domicilio, según coinciden en sus quejas PSOE y BNG. De ahí que no se pueda garantizar que lleguen a manos de sus destinatarios todos los sobres con las papeletas y la correspondiente acreditación para emitir el voto enviado desde España a cada uno de los inscritos en el censo (se remiten de oficio, sin necesidad de que el interesado los reclame).

Si alguien lograra hacerse con las papeletas de otro votante, le resultaría relativamente fácil suplantarlo.