La Junta Electoral rechaza revisar el método de votación de los emigrantes gallegos
Los cónsules deberán 'extremar el celo' para que se cumpla el principio de un hombre un voto
La Junta Electoral Central (JEC) respondió ayer a sendos escritos del PSOE y el BNG en los que estos grupos le pedían que utilice sus competencias para controlar las votaciones de la emigración. La JEC responde que 'como en cualquier otro proceso electoral' lo hará, 'tanto en lo relativo a la elaboración del censo de residentes ausentes (Cera) como a la autenticidad y carácter personal del ejercicio del derecho de sufragio, y al control de las actuaciones dirigidas a la captación del sufragio de cualesquiera electores'. Con esta primera respuesta, el JEC se compromete a hacer frente a las tres principales denuncias de la oposición sobre el voto emigrante:
- 'La elaboración del Cera', un censo en el que es 40 veces más probable ser centenario que entre los residentes en España. Exteriores asegura que lo está revisando de cara a las elecciones gallegas, sobre todo en aquellos consulados donde era más escándalosa la longevidad de los emigrantes. El resultado de esa revisión aún no ha llegado a la Oficina del Censo Electoral.
- 'La autenticidad y carácter personal del voto'. La oposición se ha quejado de las irregularidades que permite la recepción 'de oficio' de papeletas en domicilios en los que ya no vivían los electores emigrantes, por haberse trasladado o haber fallecido. Y también del sistema de envío de los votos por correo certificado gratuito, donde no hace falta que el elector se identifique y donde es habitual que una sola persona entregue una 'saca' de votos en la oficina de correos.
- 'El control de la captación de sufragios'. Aquí la JEC responde a las críticas de la utilización, por ejemplo, de las Casas Gallegas en América o de los viajes patrocinados por la Xunta para la captación de votos para el PP. El BNG pidió a la JEC que instara a los consulados y embajadas, y centros culturales gallegos, a que permitan la celebración de mítines y actos electorales a todos los partidos 'en las condiciones establecidas en la legislación electoral'.
La JEC, en el segundo punto del acuerdo alcanzado ayer, insta a la Oficina del Censo Electoral y a la Dirección de Asuntos Consulares a que revisen el Cera 'para asegurar al máximo posible la exactitud de las citadas listas censales'.
El tercer punto de este acuerdo insta a la Dirección de Asuntos Consulares, que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores, a 'extremar el celo para comprobar que, tal y como establece el artículo 75.3 de la LOREG (ley orgánica del régimen electoral general), la documentación del voto se entrega personalmente por los electores'. El problema es que esto sólo se puede garantizar cuando el emigrante acude al consulado con su voto, pero no cuando lo envía por correo, porque los funcionarios de correos de terceros países no tienen por qué estar obligados a pedir su documentación.
Para superar este problema, BNG y PSOE habían solicitado a la Junta Electoral que permitiese, al amparo de lo dispuesto en el artículo 75.6 de la LOREG, la utilización del voto por correo. La JEC contesta, en el cuarto punto de su acuerdo, que esto no es posible. Que, con la ley actual, el sistema de 'voto rogado' sólo se aplica a la emigración en las minicipales porque en esos comicios hace falta saber a qué municipio votará el emigrante elector.
El peso de la emigración en las elecciones gallegas, entre el 9% y el 15% del censo cuando la media española es de sólo el 2,7%, explica el interés de la oposición por vigilar esa votación. Ayer, tanto el BNG como el PSdG se felicitaron por el acuerdo de la JEC, que consideran supone la asunción de que las irregularidades son muy probables. Incluso el PP se felicitó de la decisión de la Junta Electoral porque, dijo, también Fraga quiere que se 'extreme' el celo en la revisión del voto emigrante.
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