El arzobispo de Pamplona se enfrenta a los socialistas por la clase de religión

El arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, apeló al espantajo del 'josefinismo' en su carta pastoral del domingo para criticar una propuesta de los socialistas de Navarra para que los diputados de esa comunidad foral denuncien la 'grave irregularidad que supone que decenas de profesores de religión cobren sus sueldos de los Presupuestos de Navarra y el Departamento de Educación no tenga control alguno de los mismos'. 'Que se cumpla la legalidad', claman los diputados del PSOE navarro, después de denunciar algunos casos de discrecionalidad de la Iglesia en la contratación de enseñantes de religión, en concreto el caso del profesor Agustín Echevarría, despedido tras 17 años de enseñar esa materia. Echevarría mantiene un litigio con la Iglesia para recuperar su empleo.

En la carta pastoral, Sebastián explica que, en cumplimiento de una ley orgánica de 1979, 'los profesores de religión en los centros públicos son nombrados por el Gobierno [foral] 'entre personas juzgadas idóneas a propuesta del Arzobispado. 'No se trata de ningún privilegio', sino 'del reconocimiento efectivo del derecho a la libertad religiosa que tienen todos los ciudadanos, también los católicos', añade. '¿Pretende [el grupo socialista] que sean las autoridades civiles las que nos digan a los católicos lo que tenemos que creer y hacer?', se pregunta el arzobispo antes de explicar que 'eso sería 'un josefinismo demasiado anacrónico y muy poco democrático', en alusión a las famosas reformas con las que el emperador austriaco José II terminó con el monopolio de la Iglesia en la enseñanza y promovió su secularización paulatina.

La diatriba del arzobispo Sebastián coincide con la tormenta desatada por el reciente despido de una joven profesora de religión de Almería acusada de casarse con un divorciado. La Federación de Profesores de Enseñanza Religiosa pidió ayer que se ponga freno a esos 'abusos' laborales de la Iglesia, una opinión que comparte Comisiones Obreras. El comunicado de este sindicato utiliza también el término 'abuso'. 'Es un derecho propio de otras épocas y no ajustado al derecho laboral', dice CC OO.