Los museos se aseguran futuros clientes formando a los escolares

Los grandes museos españoles saben que la actividad que desarrollan está a medio camino entre la cultura y la educación y han puesto su mirada en una adecuada formación artística de los estudiantes para garantizarse en el futuro un flujo constante de visitas que disfruten con sus obras.

Las pinacotecas suelen tener departamentos didácticos que organizan visitas guiadas y actividades lúdico-artísticas para alum- nos y profesores. El jefe de los servicios culturales del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), Jorge Ribalta, lo explica así: 'El museo tiene sólo dos áreas, la de exposiciones y la de servicios culturales porque consideramos que la educación no es un valor añadido, sino algo central. No hay un departamento educativo porque todo lo que hace el museo lo es'.

Sólo en los dos últimos años, más de 20.000 chicos ampliaron su formación artística dentro del inmenso barco de titanio que aloja al Guggenheim

La demanda que recibe este museo, como tantos otros, supera con creces 'los recursos financieros y humanos' de que dispone para atenderla. El Macba organiza talleres formativos para docentes en los que 'se trata de ofrecer un bagaje cultural respecto al arte de la segunda mitad del siglo XX'. Y también hay actividades para los niños en las que los pequeños trabajan con imágenes fotográficas como si estuvieran en una clase de plástica.

'Elaboramos material educativo a partir de algunas exposiciones para que los profesores trabajen con sus alumnos. No son pautas, el profesor se lo monta solo, el material sólo pretende servirle de complemento informativo'. El museo recibió el año pasado unas 28.000 visitas que participaron en estas actividades programadas.

No es una excepción. El Gabinete Didáctico del Museo del Prado hace otro tanto. Doce profesores de la Fundación Amigos del Museo del Prado atienden cada año a alumnos de todo el país que han concertado visitas. A lo largo del año, unos 17.000 estudiantes han podido trabajar con el cuidado material didáctico que editan. Las obras que adornan las paredes de la pinacoteca han ayudado durante 20 años a más de 400.000 alumnos a familiarizarse con los grandes pintores de nuestra historia: Velázquez, Goya, El Greco y Rubens.

Los cuadernillos que edita el Museo del Prado se adaptan a cada nivel educativo. Las solicitudes de visitas no cesan.

En Valencia, el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) ha puesto en marcha una atractiva actividad. El Ayuntamiento ha prestado uno de sus autobuses municipales para que vaya de colegio en colegio convertido en un aula de plástica. Este proyecto se denomina Julio González visita tu cole, y trata de llevar la obra del escultor barcelonés hasta los escolares. 'Los distintos grupos del cole van pasando por el autobús para aplicar las técnicas que les enseñamos', explica la jefa del departamento de Comunicación y Didáctica del IVAM, Encarna Jiménez. Durante cuatro horas, el autocar aparca en el centro para que los alumnos ensamblen piezas de cartón con formas similares a las empleadas por el artista en sus esculturas. Este novedoso proyecto se inició este año y el museo no da abasto con las solicitudes. Cada lunes y miércoles el autobús visita los colegios de Valencia y su área metropolitana, cumpliendo una misión artística que los responsables del museo esperan que se extienda pronto a centros más alejados, por los pueblos.

'Decenas de miles de alumnos' han participado en ésta y otras actividades que ha propuesto el IVAM en estos años. Nombres como Baselitz, Giacometti, Andy Warhol o Erik Satie forman ya parte de su bagaje cultural vanguardista.

Tampoco el flamante Guggenheim de Bilbao descuida la formación artística de los estudiantes, ofreciendo un planteamiento multidisciplinar. Organiza visitas taller guiadas para los distintos niveles educativos y programas para los educadores. Cuatro días a la semana, los alumnos se acercan al arte. Sólo en los dos últimos años, más de 20.000 chicos ampliaron su formación artística dentro del inmenso barco de titanio que aloja al museo.

Otras pinacotecas, como la Thyssen-Bornemisza o el Museo Reina Sofía, en Madrid, ofrecen interesantes actividades didácticas. El objetivo es común a todas ellas. Tratan de generar el interés pictórico en los niños de una forma entretenida. Pretenden enganchar a los alumnos entre las redes del arte, para que, en el futuro repitan las visitas y disfruten plenamente de las exposiciones.