El Unicaja da la puntilla al Pamesa

No habrá quinto partido en Málaga como pretendía el Pamesa y temía el Unicaja. El conjunto de Maljkovic sentenció ayer la eliminatoria con un nuevo triunfo en Valencia y se medirá al Barcelona en las semifinales de la Liga ACB. El premio gordo, sin embargo, es otro: jugar el próximo curso la Euroliga, un caramelo que el club valenciano no podrá saborear después de una temporada para la reflexión: ¿Una generación agotada?

El Unicaja impuso su mejor tiro exterior. Luis Casimiro, el técnico del Pamesa, asumió que sus aleros tienen la muñeca helada y apostó por un quinteto más físico con Luengo y Durham de entrada. Ambos fueron los mejores de su equipo, que esta vez echó de menos a Alston, quien sólo anotó cuatro puntos. El cuadro andaluz se adueñó del partido tan pronto hizo los oportunos ajustes en la defensa. Luego, le bastó con las apariciones de Mrsic desde el perímetro y de Sonko en la dirección. El base hizo que el Pamesa se tirara de los pelos. Igual exhibía su potencia física como vociferaba contra el público, hablaba con Betancor o se enzarzaba con Rodilla.

El Pamesa acabó perdiendo los nervios en el minuto 22. Con empate a 39 y la moneda en el aire, Casimiro recibió una técnica injusta -uno de los árbitros creyó que le protestaba cuando abroncaba a Luengo- y el Pamesa se desquició. El manchego pegó incluso una palmada en la mesa de anotación. 'Es la primera vez en mi vida que me irrito así', dijo. Lo cierto es que el Pamesa perdió la compostura y el Unicaja, con un par de triples de Vázquez en momentos clave, lavó y guardó la ropa.