'La Junta evaluará la eficacia de las ayudas que gestionen sindicatos y empresarios'

Ya tiene sobre la mesa el pacto con empresarios y sindicatos que, como a sus predecesores en el cargo, le permitirá desarrollar su política de empleo en un confortable clima de paz social. La concertación que gestionará José Antonio Viera (Villamanrique de la Condesa, Sevilla, 1946) se centrará en reducir el paro femenino y en facilitar la creación de 'pymes'.

'Hay que invertir dinero en facilitar la actividad de los emprendedores, que son los que crean empleo'

En su primer año al frente de Desarrollo Tecnológico y Empleo, José Antonio Viera ha puesto en marcha un sinfín de proyectos que aún andan enredados en trámites administrativos. Pero a partir de 2002, su mano ya podrá notarse en las medidas de fomento de empleo que consensuados en el V Acuerdo de Concertación; un acuerdo con una fuerte carga de recursos: 885.000 millones hasta 2004, de los que, según sus técnicos, su consejería gestionará el 80%.

Pregunta. Nunca hubo tanto dinero para la concertación, pero el quinto acuerdo casi no llega ¿Por qué?

Respuesta. Sí hubo aspectos que fueron especialmente difíciles, pero se desbloquearon. En la parcela de la siniestralidad laboral, los empresarios han entendido que la seguridad en el trabajo es un valor que forma parte del balance final de cada empresa. Los sindicatos habían planteado este tema como una exigencia muy fuerte a la que se le ha dado respuesta en el acuerdo. Después, había que resolver las carencias de la reforma laboral que ha producido una alta tasa de temporalidad en los contratos; en Andalucía, la temporalidad está muy vinculada a sectores económicos muy importantes como la agricultura y los servicios. Para conseguir esa estabilidad, se ha acordado aplicar una figura laboral, la de los contratos fijos-discontinuos. Eso fue algo que también costó mucho consensuar. Pero haber enfrentado esas dificultades y superarlas es lo que ha dado mayor calidad a este acuerdo.

P. Las dificultades del diálogo social en España, ¿se trasladaron a la negociación en Andalucía? ¿hubo presiones a los agentes sociales?

R. En algún momento, ha podido percibirse esa imagen. Pero los interesados, sobre todo la CEA, ha desmentido con su actuación que su posición fuera fruto de esa presión. Lo más importante es que los agentes sociales han vuelto a comprometerse con la economía andaluza.

P. Los contratos fijos-discontinuos a los que hacía referencia apenas han sido usados por los empresarios. ¿Por qué iban a hacerlo a partir de ahora?

R. Nos hemos basado en experiencias que ya están en marcha en algunos convenios sectoriales, como el turismo en Baleares o más específico como la recolección de espárrago en Navarra. Ahí ya han funcionado los incentivos a las empresas para que realicen este tipo de contratos. Con este contrato queremos conseguir una mejora de la renta para los trabajadores y una mano de obra cada día más estable y más especializada para las empresas. Esperemos que los incentivos [hasta 600.000 pesetas por contrato] sean lo suficientemente atractivos para que los empresarios entiendan que ése es el camino.

P. El paro femenino andaluz es muy elevado, ¿habrá discriminación positiva?.

R. La incorporación masiva de la mujer al mercado es, para nosotros, más que una dificultad una oportunidad. Para facilitar el acceso al mercado laboral hemos establecido dos vías: mejorar la oferta formativa para la mujer, sobre todo en formación profesional, y aumentar su presencia en el mundo empresarial. Aquí, basándonos en el programa de Empresa Joven, que ha dado muy buenos resultados, hemos diseñado otro programa similar, Mujer y Empresa, para este colectivo.

P. En el Acuerdo, se ha olvidado la reducción de la jornada.

R. Ya hemos demostrado en el sector público que la aplicación de las 35 horas no sólo puede mejorar el nivel de empleo, tenemos cifras que así lo indican, también puede aumentar la eficacia. En el sector privado, sin embargo, las empresas han estado en un proceso de producción muy intenso, donde ha costado incluso trabajo reducir el número de horas extraordinarias para crear empleo y es verdad que los incentivos que incorporaba el decreto que hicimos no ha calado aún en el tejido empresarial andaluz.

P. Si las empresas apenas no usan las ayudas del decreto de 1998 para aplicar las 35 horas, ¿no serían necesarias más medidas?

R. Entendemos que la apuesta es suficiente y ahora son las empresas las que tienen que responder a este reto.

P. Los incentivos a la actividad empresarial acaparan más de la mitad de los recursos del acuerdo y priman a las pequeñas empresas.

R. Ha habido un sector empresarial de Andalucía que en los últimos cuatro años ha tenido una evolución muy significativa en cuanto a la creación de empleo, a la estabilidad, que han sido las empresas vinculadas a la economía social. En este sector, como en el resto de la economía, el 90% de las empresas tiene menos de 25 trabajadores y eso nos ha llevado a diseñar incentivos a las inversiones y a las contrataciones específicos para las pymes. También queremos la actividad de más emprendedores, que son los que tienen capacidad de crear empleo.Hay que invertir muchísimo dinero aquí.

P. Una octava parte de los recursos deberían ser gestionados por el Servicio Andaluz de Empleo, un organismo que aún no existe.

R. Nuestra idea es que el Servicio Andaluz de Empleo esté aprobado a final de año y se convierta en un servicio personalizado al demandante de empleo. Ahora el demandante de empleo tiene dos carencias, a las que tenemos que dar respuesta: su capacidad formativa no suele adaptarse a las exigencias de los empleadores y, en segundo lugar, hay una falta de autoestima que les impide ver un horizonte claro. Por eso queremos realizar una acción personalizada en el Servicio Andaluz de Empleo y establecer un circuito de formación permanente que permita a los demandantes de empleo estar en disposición de acceder al mundo de trabajo.

P. ¿Pero será posible sin la transferencia?

R. Es imprescindible que la formación de las escuelas taller, de las casas de oficio, los programas de empleo se correspondan mucho más con las necesidades del sistema productivo andaluz, y por tanto, que la Junta gestione esas políticas. Después de la negociación, que el Ministerio de Trabajo ya reconoce que está técnicamente cerrada, el único problema que queda es el importe económico de la transferencia. Eso espero que se solucione pronto. Nuestra idea es firmar un convenio que reconozca ese acuerdo técnico al que ya hemos llegado y permita una planificación conjunta de esas políticas que aún están en poder del Gobierno central hasta el 2002; entonces, la transferencia ya tiene que tener efectos económicos.

P. La Cámara de Cuentas ha alertado del escaso control público de las ayudas que gestionaron sindicatos y empresarios en 1997.

R. En primer lugar, lo que quedó diáfano y claro en ese informe es que no ha habido ninguna ilegalidad ni en la actuación de los empresarios ni de los sindicatos, porque nosotros, desde luego no nos habríamos quedado de brazos cruzados. Otra cosa distinta es la eficacia de la gestión de los recursos. En el quinto acuerdo, reconocemos la capacidad de sindicatos y empresarios para evaluar las medidas que el Gobierno desarrolle en el fomento del empleo y la Junta evaluará la eficacia de las ayudas al empleo que gestionen sindicatos y empresarios.