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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Incidencia mínima convertida en grave

Desde hace varios años, y en solitario, Solidaridad Obrera informa y denuncia sobre las extralimitaciones e intromisiones de las empresas de seguridad. Comportamientos de los que siempre hemos responsabilizado a la Dirección de Metro. Esos comportamientos no son generalizados entre todos los vigilantes de seguridad, pero, a la vez, se comprueba que cada día que pasa se añade un caso (o varios) más.

Paralelamente, varios delegados sindicales en esas empresas insisten para que detallemos más en nuestros escritos y, curiosamente, gran parte de sus 'críticas' se dirigen hacia una de las empresas.

Una situación cotidiana es la presencia de variados músicos ambulantes en el interior de los trenes. Contra ellos la empresa decide su desalojo de las instalaciones; una incidencia mínima es respondida por la empresa, a través de las empresas de seguridad privada, con una medida injusta y desproporcionada.

Mientras, por una interpretación lógica y reciente del Reglamento de Viajeros, esos mismos músicos pueden estar en los pasillos.

A continuación, esa incidencia mínima puede convertirse en un incidente grave si coinciden determinados factores que nacen de ese 'contacto' entre algunos vigilantes de seguridad y los viajeros.

Generalmente, los viajeros-músicos tienen título de transporte válido, pero en ocasiones su documentación no es suficiente. En este contexto, el afán (ilegal) interventor o identificador de los vigilantes de seguridad implicados contribuye a tensar grave e incomprensiblemente la situación. La incidencia mínima está a punto de transformarse en un incidente grave.

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Entonces, el comportamiento del viajero puede encontrarse con 'la profesionalidad' de ese vigilante de seguridad (prejuicios sociales / raciales, 'vocación policial', respeto, etcétera), que reclamará la presencia inmediata de la policía.

La incidencia mínima se ha convertido en un incidente grave. Que se agrava aún más cuando el trabajador de Metro interviene, ajustado a derecho y de acuerdo a sus funciones y obligaciones, ya que ese vigilante de seguridad se encara con él y hasta lo amenaza.

Aquella incidencia mínima ha terminado en un grave incidente. ¿Por qué? Ha sido determinante la actuación particular del vigilante de seguridad. La formación y la calidad profesional de los vigilantes de seguridad son muy desiguales. La experiencia y la actitud ('saber estar y actuar'), también.

Las consecuencias afectan directamente a viajeros y trabajadores de Metro: se demuestra cómo la dirección evalúa a esas empresas y respeta los derechos de viajeros y trabajadores.

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