La izquierda se juega hoy su futuro en los comicios de Roma
Walter Veltroni, 45 años, romano y hasta hace unas pocas semanas secretario general del principal heredero del PCI, el partido de los demócratas de izquierda, se juega hoy su futuro político y la suerte de El Olivo en la ciudad de Roma.
El desafío en la capital italiana es, con diferencia, el más importante de los que enfrentan al centro-izquierda y al centro-derecha en 75 municipios de todo el país, donde se elegirán los gobiernos municipales en segunda vuelta, ya que en la primera, que coincidió con las elecciones generales del 13 de mayo, los distintos candidatos no obtuvieron más del 50% de los sufragios.
Veltroni, ex ministro de Cultura en el Gobierno de Romano Prodi, y un peso pesado de la izquierda, optó por presentarse a la alcaldía de Roma en vista del obligado retiro de Francesco Rutelli, alcalde de la capital durante los últimos siete años, e impedido por ley a presentarse una tercera vez. Pero si en un principio su candidatura pareció imbatible y el centro-izquierda dio por hecho el mantenimiento del control del Campidoglio, los resultados de la primera vuelta han demostrado que pecó de optimismo. Antonio Tajani, 47 años, candidato de la Casa de las Libertades, un completo desconocido ex periodista de Il Giornale, el periódico de la familia Berlusconi, ha sido capaz de aproximarse peligrosamente a su adversario, como lo demuestra el resultado de la primera vuelta, en la que Veltroni obtuvo el 48,3% de los votos frente al 45,1% de Tajani.
Unión de la derecha
Visto que la segunda vuelta es un cara a cara entre los dos, Tajani podrá contar con los sufragios que apoyaron el 13 de mayo a formaciones de centro y de ultraderecha, que totalizaron en torno al 4% de los votos. Encuestas de última hora daban muy parejos a ambos candidatos, con lo que las esperanzas de la izquierda por mantener la alcaldía de Roma parecen débiles. El peso del Vaticano en la Ciudad Eterna es enorme, como bien comprendió Rutelli, que llegó a repetir su matrimonio civil casándose también por la Iglesia para evitar la menor tirantez con la Santa Sede. Por desgracia para Veltroni, quien se ha distanciado públicamente del comunismo ('no he sido nunca comunista', ha dicho), su apoyo al World Gay Pride, la manifestación gay que se celebró en Roma coincidiendo con el jubileo del 2000, a la que se sumó en persona, le ha granjeado la enemistad de la Iglesia católica.
La batalla entre las dos coaliciones está muy igualada también en otras dos ciudades importantes: Nápoles, capital del mezzogiorno, y Turín, la ciudad de la Fiat, símbolo del movimiento obrero en el pasado, ambas en manos del centro-izquierda los últimos siete años. Para el centro-derecha, ganar en las tres ciudades sería redondear el triunfo del 13 de mayo. Para El Olivo significaría una inyección de optimismo y una auténtica revancha después de la amarga derrota.
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