Bombas 'artísticas'

Al hilo de las declaraciones aparecidas en su prestigioso periódico sobre el desagradable asunto de envíos a distintos profesores de la Facultad de Bellas Artes de Altea del así calificado artístico paquete bomba, nos vemos obligados a precisar que:

1. El paquete fue depositado en los casilleros de los profesores denunciantes, sin aviso, sin remite alguno, ni explicación, con el consiguiente pánico creado, más aún estando reciente el atentado con paquete bomba al periodista Gorka Landaburu, y haber sido víctimas del terrorismo profesores de otras universidades.

2. Que era el Sr. Decano en funciones, como máxima autoridad del centro y a la vista de sus declaraciones en las que parecía conocer la existencia del artefacto, el que tenía que haber dado las explicaciones oportunas, el haber informado y puesto en marcha el expediente, máxime cuando el alumno en cuestión goza de una beca universitaria.

3. Ante el clima de inseguridad y la alarma provocada, y entendiendo que el hecho supone por lo menos una violación de los derechos más elementales y cumpliendo con nuestro deber, se interpuso la consiguiente denuncia en lo que entendemos supone un ejercicio básico de nuestros derechos, como así lo han entendido las autoridades policiales y universitarias.

4. Que resulta del todo incalificable, el hecho de que la policía fuese a buscar al alumno autor del artefacto a la Facultad en el curso de una investigación y que el Decano en funciones, además de amenazar a las ordenanzas con su despido a 'quien abriese el pico', ocultase durante tres días su paradero, y que el mencionado alumno fuese sorprendido y detenido tras entrevistarse con el Decano en su domicilio, alargando la alarma.

5. Que sorprenden los juicios de valor vertidos por el mencionado Decano en funciones, antiguo miembro del FRAP, del PCE, del PS OE y ahora, evolucionado en su ideario político, del PP, y que, enjuicia nuestro proceder como 'kafkiano', cuando lo único que se ha hecho es ejercitar derechos y obligaciones, amparados por nuestra Constitución y por la normativa universitaria.

6. Como docentes de una universidad pública, es nuestra obligación reprobar la interpretación aparecida en prensa y que implican juicios de valor sobre el arte que pervierten y manipulan los derechos elementales.

7. Que el caso está en mano de las autoridades, y que dada la situación en nuestro país, se debería tener muy claro que con estas cosas no se juega, que no pueden ser aceptadas como bromas o supuestos trabajos artísticos y que la universidad pública debería ser la primera en dar ejemplo. No se pueden justificar como trabajos artísticos los que suponen una agresión clara al principio de respeto que debe imperar entre alumno y profesor, ni se debe utilizar el arte, que es una cosa muy seria, para realizar manipulaciones ajenas al mismo.

8. Que estas tesis son apoyadas por un sector mayoritario de la Facultad de Bellas Artes, que no está dispuesta a manipulaciones de cualquier índole.

9. Que un pueblo como Altea no se merece semejantes personajes.-