El IVAM da a conocer su visión de la historia del arte del siglo XX a través de su colección

Al margen del exclusivo conjunto del escultor Julio González, entre los fondos del IVAM destacan, tanto por su representatividad como por su excelente calidad, las pinturas de artistas del informalismo español, como Tàpies, Miralles o Saura, y de constructivistas como Moholy-Nagy, Torres García o Gabo. También los fondos del pop-art a través de Lichtenstein, Arroyo, Rosenquist o Equipo Crónica tienen una importante presencia en la exposición.

'Es evidente que falta Picasso, amigo además de Julio González', respondió Barañano respecto a las lagunas de la colección. A continuación recordó que casi todos los museos tienen carencias, además de comentar las dificultades de comprar por los elevados costes en la última década. Pero, en conclusión, afirmó que la colección del IVAM es una de las más completas de arte contemporáneo del territorio español, a pesar de su corta andadura. Y añadió que la temprana condición de referente que adquirió el museo es una prueba de ello.

Los ricos fondos de fotomontajes y fotografía (que constituyen la mitad de la colección) y las instalaciones no forman parte de la exposición por una cuestión de espacio, explicó Barañano, quien anunció futuros proyectos expositivos para mostrar estas obras. El consejero de Cultura, Manuel Tarancón, aludió al proyecto de ampliar el IVAM a toda la manzana que actualmente ocupa.

El recorrido de la exposición, que ocupa dos salas de la planta superior, se abre con una síntesis del paso del siglo XIX al XX y de la dualidad, figuración y abstracción. Comparten espacio enfrentado Pinazo y Sorolla con Picabia o Miró. En este punto, Barañano quiso dejar bien claro que considera los fondos de Pinazo un pilar de la colección del IVAM y anunció que en octubre ya estará preparada la sala para exhibirlos. No mencionó la intención de la familia de retirar el depósito.

La segunda sala abunda en la misma idea pero a través de las esculturas de Calder, Chillida o Alfaro. La tercera está dedicada al constructivismo. Pinturas y esculturas que hablan de la forma de asumir lo geométrico. La cuarta y la quinta sala reúnen los enormes lienzos del informalismo europeo y su hermano, el expresionismo abstracto americano, con Goettlieb o Newman.

Junto a estas salas, la sexta y la séptima son las más espectaculares, con la escultura de la botella de Oldenburg rodeada por obras de Ritcher, Adami o Heras. Repasan las distintas versiones del pop-art. Las tres últimas salas presentan los nuevos virajes en la creación artística. Se incluyen obras de Smithson, Matta-clark, Cragg, Roth, Federle o Winters, Teixidor, Mompó, Sicilia, Calvo o Gordillo. Cierra el recorrido la instalación de una de las urbes que funden la figuración y la abstracción de Miquel Navarro.

Barañano subrayó la labor realizada por los trabajadores del IVAM para organizar una exposición en la que se ve 'la huella' de los cuatro directores anteriores del museo, Tomás Llorens, Carmen Alborch, José Francisco Yvars y Juan Manuel Bonet. Tabién destacó el completo catálogo subvencionado con 15 millones de pesetas por Bancaixa, cuyo representante Vicente Montesinos anunció la intención de aumentar la colaboración con el museo.