El PP culmina sin cambios el trámite del proyecto que dividirá El Cabanyal

La prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez sobre el barrio de El Cabanyal amenaza con convertirse en la operación urbanística más dura del Ayuntamiento de Valencia desde las primeras elecciones democráticas. Los vecinos afectados -en el proyecto se prevé la expropiación de cerca de 1.700 viviendas- reiteraron ayer que seguirán con las movilizaciones porque están defendiendo sus vidas y las de sus familias y denunciaron las trabas que el equipo de gobierno del PP pone a sus reivindicaciones. La plataforma Salvem El Cabanyal-Canyamelar, que intentó elevar un globo aerostático con una pancarta contraviniendo las ordenanzas municipales, indicó que la próxima semana convocará una asamblea vecinal antes de acudir a los juzgados para pedir la paralización del proyecto urbanístico. Una petición que sólo se puede presentar una vez culminados todos los trámites administrativos del plan, que concluyeron ayer con la notificación en pleno del informe favorable de la Consejería de Obras Públicas. La inclusión de este punto en el orden del día del plenario de la Corporación motivó un nuevo debate. Los populares se escudaron en la mayoría absoluta para legitimar el proyecto, mientras que la oposición acusó a Rita Barberá y al PP de imponer su rodillo y criminalizar todas aquellas voces discrepantes con lo que consideran una operación urbanística especulativa.