El Papa pide a los cardenales reforzar el 'compromiso misionero'

El Papa cerró ayer el Consistorio extraordinario, que ha reunido en el Vaticano durante cuatro días a 155 cardenales, con un llamamiento a 'reforzar el compromiso misionero' de una Iglesia que debe aproximarse más a los pobres y a los marginados. Esta naturaleza misionera, añadió Juan Pablo II, 'se sustenta en la colegialidad episcopal' y en el Papa, 'garante de la unidad de Cristo con todos los fieles'. Por su parte, los cardenales resumieron en un mensaje final de siete puntos las conclusiones del encuentro, reafirmando en primer lugar, 'nuestra profunda comunión de fe y amor con el Santo Padre'. Una frase con la que se pretende equilibrar el debate sobre la colegialidad en la Iglesia, abordado por varios cardenales.

La frase de Juan Pablo II resume las tendencias antagónicas que se han puesto de relieve estos días entre los cardenales asistentes al Consistorio. Varios de los que han tomado la palabra han pedido más colegialidad, mayor peso de los obispos en el Gobierno de la Iglesia. Otros han defendido a capa y espada la autoridad del Pontífice. Con su mención a ambos poderes, especialmente el del Papa, 'garante de la unidad de Cristo con los fieles', Karol Wojtyla subraya las prioridades jerárquicas.

Desafíos

En su homilía en la misa solemne con la que puso final al consistorio, Juan Pablo II pasó revista a los desafíos para la Iglesia de hoy, que se resumen en los graves problemas, 'derivados de un cambio general del horizonte cultural, dominado por la primacía de las ciencias experimentales'. El Papa citó de pasada los interrogantes morales que se abren ante nuestros ojos: 'Los grandes temas de la bioética, de la justicia social, de la institución familiar, o de la vida conyugal'.

El consistorio ha cumplido un objetivo, quizás más esencial de lo que pueda parecer a simple vista: comprobar las distintas tendencias en la Iglesia y ver en directo la envergadura personal de algunos de los cardenales más citados como posibles papables. Más del 90% de los purpurados que se han reunido han sido nombrados por Juan Pablo II. Entre bastidores, en cenas y encuentros más o menos reservados, los cardenales han podido confrontar opiniones y estrategias.

En estos momentos existen dos frentes, el de los partidarios de que el próximo Papa sea latinoamericano, la región del mundo donde viven la mitad de los católicos, y el de los defensores de un papa italiano, que aluden a las tradicionales virtudes mediadoras que han caracterizado a los pontífices de esta nacionalidad (prácticamente todos) en la historia. Pero los tiempos de la Iglesia europea han quedado atrás y el catolicismo vive un momento de impulso universal.

El gran debate de la sucesión, que implica el programa futuro de la Iglesia, ha quedado enterrado en el consistorio bajo cuestiones más urgentes. En su homilía Wojtyla agradeció a los cardenales todas sus aportaciones, sobre todo las que han pedido una movilización general de la Iglesia en la tarea evangelizadora y misionera. 'Pienso sacar las oportunas indicaciones operativas', dijo el Papa.