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96 ancianos se 'atrincheran' en su residencia para evitar ser separados

Los 96 ancianos que viven en una residencia pública de San Blas están dispuestos a demostrar que la vejez no está reñida con el espíritu combativo y la capacidad de movilización. Ante la amenaza de ser separados durante el traslado que la Consejería de Servicios Sociales piensa realiza en breve (por el mal estado y la 'inseguridad' del centro), los internos se reunieron ayer en asamblea, encabezados por su particular gobierno, el Consejo de Residentes, y redactaron un escrito en el que exigen permanecer 'todos juntos, el personal incluido'.

'Las familias vienen poco a visitarnos, y nuestro apoyo somos nosotros mismos', explicó Luis López, de 85 años.

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