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Aznar afirma que hay que tener buena fe para defender los intereses españoles

El presidente dice que él no responde de los problemas de Berlusconi

Liubliana El presidente del Gobierno, José María Aznar, no admite que se plantee la cuestión de si su demanda de garantías inmediatas de seguir percibiendo las mismas ayudas en una UE que incluya a países más pobres puede retrasar la ampliación hacia el Este. 'Entiendo que esa pregunta se haga desde otros países, pero no en España. Tampoco entiendo que, desde España, se consideren positivas para la ampliación las demandas que plantean otros y no las nuestras', dijo ayer, antes de concluir: 'Hay que tener una base de buena fe para defender los intereses españoles'.

El presidente hizo estas declaraciones en tono visiblemente molesto al responder a una pregunta que le fue formulada durante la rueda de prensa que pronunció en Liubliana con el primer ministro esloveno, Janez Drnovsek. Hace una semana, el ministro de Exteriores, Josep Piqué, acusó al PSOE de falta de patriotismo por distanciarse del Gobierno en este mismo asunto.

Drnovsek expresó, en cambio, el máximo apoyo a Aznar durante la escala de unas cinco horas que el presidente hizo ayer en Liubliana cuando regresaba de Moscú a Madrid. Esta posición de Eslovenia contrasta con la de Polonia, otro país candidato, que la semana pasada recibió a los Reyes con el recelo de que la demanda española sobre los fondos regionales pueda dificultar la ampliación. El motivo de esta diferencia es claro y explícito: mientras Polonia, con un PIB per cápita de 4.000 dólares, aspira a recibir un 30% de esos fondos tras la ampliación, Eslovenia, con un PIB per cápita de 10.000 dólares, corre el riesgo de no percibirlos en absoluto si no se acepta la petición española y entrar en la UE como contribuyente neto. Drnovsek admitió que 'hay un riesgo para la ampliación en el hecho de que este debate de los fondos regionales se plantee desde ahora', pero defendió que 'es muy bueno que hablemos ya de este problema y que no pretendamos que no existe, porque se trata de saber cómo se financiará la ampliación'.

Aznar reiteró que lo único que pretende es 'ajustar la política de cohesión, a la nueva realidad de la ampliación' y consideró que 'no sería lógico esperar al año 2006 para poner sobre la mesa un asunto que luego nos dirían que teníamos que haberlo planteado antes'.

En relación con otra pregunta sobre los problemas que puede crear en los debates de la UE los intereses económicos del próximo primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, en temas como la televisión o el fútbol, Aznar comentó: 'Yo no presido un Gobierno que le haya dado ninguna televisión al señor Berlusconi. No soy italiano y tampoco le he votado. Mi equipo de fútbol, como todo el mundo sabe, no es el de Berlusconi. Y no soy yo quien deba resolver los conflictos de intereses que plantee. Lo único que he hecho es facilitar la entrada de Forza Italia en el Partido Popular Europeo, cosa de la que estoy muy orgulloso, y de que haya ganado las elecciones'.

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