Garzón procesa a dos presuntos etarras que intentaron matar a un militar en Sevilla

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón procesó ayer a los presuntos integrantes del comando Andalucía de ETA Igor Solana y Harriet Iragi por la colocación de una fiambrera con explosivos en el vehículo de un militar que, en octubre de 2000, viajó de Sevilla a Cádiz con ella bajo su asiento sin que el artefacto llegara a estallar.

En el auto de procesamiento, el juez relata que, a las 7.30 horas del pasado 7 de octubre, un brigada del Ejército de Tierra cogió su coche, aparcado en las proximidades de su domicilio, y se desplazó hasta la localidad gaditana de Chipiona. Al llegar allí descubrió la fiambrera bajo el asiento del conductor cuando iba a esconder en ese lugar el radiocassette. El militar llamó a su esposa por teléfono para preguntarle si le había dejado comida preparada en una fiambrera. Ella le contestó que no, y él regresó al vehículo, 'con la intranquilidad de que pudiera tratarse de un artefacto explosivo'. Aún así, cogió 'la fiambrera con las manos', pero al oír 'una especie de 'clack' decidió depositarla entre los asientos delanteros y traseros del vehículo para, a continuación, avisar a la Guardia Civil.

Poco después, técnicos del TEDAX de Cádiz se desplazaron hasta donde se encontraba el vehículo, en la avenida de la Esperanza, y tras comprobar que la fiambrera contenía un artefacto explosivo lo desactivaron. Como consecuencia de la deflagración controlada del artefacto, que tenía oculto el eje del temporizador para impedir su manipulación por los técnicos del TEDAX, se produjeron daños en el vehículo del militar, que fue declarado siniestro total, así como en cuatro viviendas de inmuebles cercanos al lugar de la explosión controlada.

Según el juez Garzón, para llevar a cabo esa acción Iragi y Solana utilizaron 'la información facilitada a finales de agosto o primeros de septiembre de 2000 por otros miembros de la organización terrorista que no han sido identificados'. Para preparar el atentado, Iragi se desplazó desde Málaga a Sevilla, y una semana después lo hizo Solana.