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MONITOR

Un castigo al PP, a Aznar y al radicalismo vasco

Los medios internacionales resaltan el problema de gobernabilidad y de futuro en una sociedad fracturada

elpais.es

¿Qué pasó en el País Vasco? 'El PP llegó como un conquistador colonial y le hicimos pagar su actitud condescendiente', dijo la abogada vasca residente en Madrid Marta Cebreros a Jane Walker, del IRISH TIMES. 'Ganamos por kilómetros, a pesar de la manera en que el Gobierno central nos satanizó', le confirmó Iranzu Muruaga a Emma Daly, del THE NEW YORK TIMES. 'Probamos que los vascos no pensamos lo mismo y que hemos elegido el camino de la paz'.

O el del diálogo, según Jonan Fernández, miembro del grupo vasco Elkarri. 'La sociedad vasca', le dice a THE NEW YORK TIMES, 'le puso el freno a la desproporción y a los excesos representados en una parte por la violencia de ETA y en la otra por los excesos políticos y periodísticos del Gobierno español y del Partido Popular, que lanzaron una ofensiva contra todo el nacionalismo vasco. La sociedad optó por el camino del diálogo'.

Diálogo que debe empezar por un cambio de actitud del presidente del Gobierno, según Elizabeth Nash, de THE INDEPENDENT. Los resultados electorales son 'un golpe personal al señor Aznar, quien ahora debe suavizar su discurso de confrontación y proponer alternativas a la porra como solución a la violencia de ETA', dice. Lo que es muy fácil decir, pero complejo de llevar a cabo, según François Musseau, de LIBÉRATION. 'Sea cual sea la ventaja clara de los nacionalistas moderados, la cuestión de la gobernabilidad no ha sido resuelta. (...) El escrutinio ha consagrado una fractura política muy clara que augura dificultades para hacer los pactos posibles. En buena lógica, la alianza PNV-EA debería gobernar, pero, incluso con el apoyo de los comunistas, no conseguiría la mayoría absoluta, a menos que, contrario a las promesas hechas estos días, firme un nuevo pacto, como en 1998, con los independentistas radicales de EH. El juego de estas tres acciones va a estar a la orden del día en las próximas jornadas con un elemento cierto y seguro, y es que serán los nacionalistas moderados quienes marcarán el ritmo del baile'.

¿Qué baile? ¿El de la autonomía? ¿El de la soberanía?

Respecto a lo primero, FINANCIAL TIMES ciertamente dice que sí. 'Una de las principales conclusiones (...) es que el sistema autonómico español es robusto. (...) Ahora, España es quizá el mejor modelo para un sistema de autonomía británico. Hace 20 años se dijo que su federalismo asimétrico no podía funcionar, pero desde entonces ha probado que es un garante esencial de la democracia'.

Y respecto a lo segundo, Walter Haubrich, de FRANKFURTER ALLGEMEINE, dice: 'Ya no es posible formar un Gobierno vasco contra los nacionalistas, particularmente ahora que ninguno de los partidos está dispuesto a aceptar el apoyo de los radicales separatistas. (...) En cuanto al campo nacionalista vasco, quienes defienden una independencia rápida para la región deberían ceder y aceptar que un Estado vasco no se puede imponer en contra de los deseos de la mitad de la población'.

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