Alta velocidad para acortar distancias

La nueva propuesta del Gobierno de Lisboa para construir cuatro enlaces de alta velocidad entre España y Portugal ha sido acogida con cierta sorpresa y alguna incredulidad por parte de las autoridades españolas y de la oposición portuguesa, al considerar el proyecto como 'idílico pero de difícil viabilidad económica'. La propuesta consiste en conectar Madrid-Lisboa, vía Badajoz; Lisboa-Oporto-Vigo; Oporto-Aveiro-Salamanca-Madrid (se desconoce si se conectaría con el proyectado para Valladolid) y Lisboa-Faro-Huelva, todo ello entre 2004 y 2017.

La comisaria europea de Transportes, Loyola de Palacio, afirmó ayer estar convencida de que Bruselas financiará parte de esas infraestructuras después de 2006, a pesar de que aún no se sabe si se mantendrán los fondos comunitarios a partir de ese año por la ampliación de la Unión Europea. 'Después del 2006 continuará la financiación para las redes transeuropeas que no hayan sido concluidas; me parece bastante razonable que Portugal siga beneficiándose de los fondos estructurales', señaló De Palacio.

El nuevo plan, como mínimo, ha causado un cierto desconcierto. Cuando aún está pendiente un estudio técnico sobre el trazado de la línea Madrid-Lisboa, el presidente de la Red de Alta Velocidad portuguesa (RAVE), Manuel Moura, presentó la semana pasada al Parlamento el nuevo y ambicioso proyecto del Gobierno. En total serían 1.200 kilómetros de red en territorio portugués a ejecutar en 14 años a partir de 2004 y con un presupuesto de 1,2 billones de pesetas, de los cuales el 30% sería financiado por la Unión Europea.

El proyecto prevé la ejecución en dos fases. Las dos primeras conexiones se realizarían entre 2004 y 2008, mientras las dos últimas se completarían entre 2008 y 2017. El plan consistiría en unir Oporto a Madrid vía Salamanca, sin tener que pasar por Lisboa, y Lisboa-Faro (capital de la región turística de El Algarve) con Huelva. Este último enlace tiene también enorme interés para Portugal, dado que las autoridades lusas pretenden enlazar Lisboa con el puerto de Sines, el de mayor tráfico de mercancías del país vecino.

Las autoridades españolas consideran el proyecto 'realmente idílico, pero de difícil viabilidad económica', al menos, hasta que se aclare definitivamente el posible mantenimiento de los fondos comunitarios después del 2006. Así, argumentan que el plan portugués obligaría a una ampliación de las redes en España que necesitaría de una fuerte inversión económica y podría provocar conflictos regionales. Las dos nuevas conexiones obligarían a España a llevar la red desde Salamanca y Huelva hasta las respectivas fronteras con un coste calculado oficialmente de 1.000 millones de pesetas por kilómetro.

El ministro portugués de Equipamiento y Obras Públicas, Eduardo Ferro Rodrigues, afirmó que la propuesta forma parte 'del gran debate nacional' que pretende abrirse sobre este asunto para que 'todas las fuerzas políticas e interesados se pronuncien y aclaren sus dudas', antes de que el Gobierno tome una decisión definitiva que el primer ministro, António Guterres, anunciará a finales de este año.