16.000 alumnos de 4º de secundaria no logran el título de graduado

La Consejería de Educación concluye que uno de cada cuatro alumnos de 4º de la ESO no obtiene el título de graduado en educación secundaria. Esto supone que unos 16.000 escolares que han llegado al último curso de la secundaria obligatoria no podrán continuar con el bachillerato ni con formación profesional de grado medio. Deberán irse a un programa de garantía social (un programa de uno o dos cursos para mayores de 16 años que facilita la inserción laboral y continúa con las enseñanzas básicas) o buscarse la vida fuera del sistema educativo.

Los datos de fracaso escolar en los primeros cursos de la ESO no son más alentadores: el 17,2% de los 115.000 del primer ciclo (1º y 2º, casi 20.000 alumnos) y el 25,8% de los 65.000 del tercer curso (unos 16.000) no superan el nivel que se le presupone al curso en el que están inscritos, lo que les va a dificultar muchísimo llegar a adquirir el título de graduado. Fuentes de la Consejería de Educación reconocen el 'alto' índice de objetores escolares, que achacan a 'condicionantes sociales', a pesar de que la cifra ha descendido un poco con respecto a hace cinco años (veáse gráfico).

Promoción automática

La LOGSE fija los 16 años como la edad de escolaridad obligatoria. De 1º a 2º curso de la ESO se promociona automáticamente. En el resto de los cursos -salvo para pasar de 3º a 4º, para lo cual el alumno sólo puede tener dos asignaturas pendientes- es el equipo de evaluación de cada centro quien estima si un escolar debe o no pasar de curso. Esto ha provocado que, en muchos casos, los alumnos vayan ascendiendo (en algunos casos porque ya han repetido dos veces curso) sin ir adquiriendo nuevos conocimientos.

Los partidos de la oposición aseguran que la cifra de fracaso escolar es 'altísima'. El portavoz del PSOE-Progresistas en la Comisión de Educación de la Asamblea, Adolfo Navarro, cree que los datos 'ponen de manifesto que son necesarios más recursos en primaria para que los alumnos lleguen a los institutos mejor preparados'. En cualquier caso, Navarro considera que los datos 'están inflados porque al PP le interesa airear el fracaso escolar para poder justificar la contrarreforma educativa conservadora que quiere implantar Pilar del Castillo [ministra de Educación]'.

El diputado regional opina que la ratio profesor-aula no debería superar en secundaria, en ningún caso, los 20 alumnos, en vez de los 30 legalmente establecidos. Y cree que se deberían adelantar los programas de garantía social a los 14 años. Franco González, su homólogo en IU, opina que los datos 'están maquillados' y que esconden un fracaso escolar mayor. La Federación Madrileña de Enseñanza de CC OO apunta en la misma dirección que el PSOE. Su secretario, Francisco García, señala que los datos 'plantean la necesidad de tomarse la diversidad de los escolares en serio'. Es decir: aumentar los profesores de apoyo para quienes tengan mayor dificultad y desdoblar las aulas cuando impartan áreas instrumentales (matemáticas y lengua).