La izquierda confía en una sorpresa que evite el pronosticado triunfo de Berlusconi
La entrevista a Rutelli superó en audiencia a 'Il Cavaliere' en el último desafío televisivo
Il Raggio verde, en RAI 2, el programa del que fue huésped Rutelli, fue visto por 6.921.000 espectadores, un 27,3% de la audiencia televisiva en esa franja horaria. Mientras el Maurizio Costanzo Show de Canal 5, una de las tres emisoras de Mediaset, el grupo de Berlusconi, donde apareció el candidato del centro-derecha, fue seguido por 4.652.000 espectadores, poco más de un 17% del total.
Rutelli saboreó ayer esta satisfacción personal en una jornada de reflexión dominada por la calma. Pero Berlusconi recibió, indirectamente, el apoyo de la ex comisaria europea Emma Bonino que ayer invitó a la Unión Europea a no "repetir la tontería cometida con Austria" en caso de que gane las elecciones generales la coalición del magnate de la televisión. Bonino, que llegó a la UE gracias al apoyo de Berlusconi, añade en una entrevista al diario romano Il Messaggero: "a gente como Bossi se la combate con las armas de la política y no organizando a su alrededor un cordón sanitario". La candidata radical considera que las sanciones contra Austria por el caso Haider se volvieron contra la UE que se vio en un "callejón sin salida".
Un factor esencial en la victoria televisiva del líder de El Olivo fue el formato del programa, más moderno y variado el de RAI 2, que además repitió una entrevista al actor y director Roberto Benigni , en la que criticaba a Il Cavaliere y a sus dos principales aliados, Gianfranco Fini, líder de la posfascista Alianza Nacional, y Umberto Bossi, de la Liga Norte. En la entrevista, que ya había provocado en su primera emisión, el día antes, las iras de la coalición de centro-derecha y de sus consejeros en la Comisión de Vigilancia de la RAI, Benigni se reía literalmente de los tres políticos, y aludía a la necesidad de votar por personas con un alto código moral.
Berlusconi se negó a aceptar un cara a cara en televisión con Rutelli pese a que, en las elecciones de 1994, se enfrentó ante las cámaras al entonces líder de la izquierda, Achille Occheto, y en 1996, al líder de El Olivo, Romano Prodi.
Aparte de la satisfacción personal para el candidato de El Olivo, que sale mejor parado también en telegenia, del programa en cuestión no pueden extraerse demasiadas conclusiones. Tampoco de los mítines de cierre de campaña, que reunieron a menos gente de la prevista, tanto en Roma, donde la Casa de las Libertades reunió a sus seguidores, como en Nápoles, donde Rutelli pidió por última vez el voto a los italianos.
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