Benítez: 'Nunca pensé que tendría que dejar el fútbol'

Sin partidos, sin balón, sin posibilidad de correr sobre el césped... Así durante 447 días. De no haber sido por su constancia, por su fe en recuperarse, por la ayuda de su familia, de los médicos, de sus compañeros y de su club, el Espanyol, Miguel Ángel Benítez habría perdido la noción de que es un futbolista. Después del aperitivo del pasado jueves, en un partido de la Copa de Cataluña en el que jugó la última media hora, mañana, en el estadio Bernabéu, volverá a gozar de su semiolvidada sensación de estar en el fútbol de élite.

'Nunca pensé que tendría que dejar el fútbol, aunque han sido muchas horas de trabajo y de sufrimiento', afirma ahora. Muchos se habrían descompuesto por el lamentable estado en que quedó su rodilla derecha por una entrada de su compatriota y amigo el paraguayo Celso Ayala, entonces en el Atlético de Madrid, precisamente su antiguo club.

Si hay algo que asusta a un futbolista es la tríada, un estropicio que afecta a los ligamentos y al menisco. El 22 de febrero de 2000, dos días después de que Benítez abandonara en camilla el Manzanares, uno de los médicos que exploraron su hinchada rodilla derecha explicó: 'La tríada es una pulga y lo que él tiene es un elefante'.

El diagnóstico del doctor Ramon Cugat preveía un período de recuperación no inferior a un año. Y así ha sido. Han tenido que transcurrir 15 meses para que Benítez regrese a una convocatoria del Espanyol. Han sido seis meses con muletas, bastantes más sometiéndose a sesiones de ocho y nueve horas de gimnasio en las que lo peor no era el cansancio sino el sufrimiento para muscular y doblar la maltrecha rodilla. Pero a Benítez no le gusta darle vueltas al tema. Y así se lo dijo a Ayala, que se interesó por él desde el primer momento y le telefoneó con asiduidad. 'Hemos perdido algo el contacto pero siempre será mi amigo', cuenta Benítez.

Justo una semana antes de que cumpla 31 años, el delantero del Espanyol puede ya olvidar el diagnóstico: subluxación de rodilla que comprende la rotura del pivote central (ligamento cruzado anterior y posterior), la cápsula posterior, el complejo cápsulo-ligamentoso posterior interno (ligamento lateral interno y menisco interno) y una rotura de la base de la tibia de la pierna derecha.

Durante las últimas semanas miró la pizarra en la que Paco Flores escribe la relación de convocados. Ayer, por fin, apareció su nombre. 'Estoy contento por entrar en la convocatoria, en uno de los mejores campos y ante uno de los mejores equipos', comentó un exultante Benítez.