Una plantilla partida

Para bien y para mal, el Madrid llega a este punto de la temporada con la plantilla partida. 'Del Bosque ha apostado, y está bien, pero los que llevamos jugando todo el año estamos muertos', decía un jugador el domingo, 'y los que no entran en el grupo de titulares, salvo Munitis, no están tan finos. Están bajo presión y en una situación difícil porque han perdido el ritmo competitivo y ahora se les pide que rindan sin apenas haber jugado'.

Las rotaciones no se han puesto en práctica en el Madrid. En parte, porque faltan recambios para ciertos puestos: la delantera. Y en parte, porque el cuerpo técnico y el preparador físico, Javier Miñano, lo han entendido como una opción acertada.

Figo también alertó sobre el peligro de esta fórmula hace unos días, cuando dijo que estaba 'cansado de fútbol'.

Es el caso de los titulares, doce jugadores que han actuado prácticamente en todos los partidos. Se han compenetrado bien y eso ha beneficiado el juego del Madrid, que ha ganado fluidez. Pero el resto -Celades, Campo, Savio, Solari, Geremi, Flavio y César- están fuera de la onda y les cuesta -se vio en Vigo, ante el Celta- entrar en los encuentros.

Los días decisivos han llegado ahora y el bajón físico es una amenaza constante. 'Normal a esta altura de la temporada', comentaba Figo antes de subirse al avión para ir a Múnich a enfrentarse con un Bayern en el que las inyecciones de vitaminas que suministra el médico del equipo están a la orden del día, según la prensa local.