Fomento vuelve a retrasar la construcción del último tramo de la autovía de Lleida
Los 21,8 kilómetros entre Cervera y Santa Maria del Camí acumulan 100 muertes en 10 años
En este tramo han perdido la vida en los últimos 10 años más de un centenar de personas en diversos accidentes de tráfico, lo que ha motivado las quejas de políticos, empresarios y automovilistas de la zona afectada.
El estado actual de la carretera, con un solo carril y con muchas curvas que dificultan los adelantamientos, ocasiona colas kilómetricas, especialmente los fines de semana y en las operaciones retorno tras las vacaciones o los puentes. El principal beneficiario de esta situación es la concesionaria de autopistas ACESA, ya que muchos automovilistas prefieren utilizar la autopista de peaje antes que soportar las engorrosas retenciones de la N-II que discurre por La Panadella.
El tramo entre Santa Maria del Camí e Igualada entrará en servicio, si no surgen imprevistos, este verano, pero la conversión en autovía de los últimos 21,8 kilómetros de vía es ahora mismo una incógnita, puesto que nadie sabe cuándo podrán iniciarse las obras.
La empresa adjudicataria se comprometió a finales del año 2000 a tener completado el desdoblamiento de la N-II en un plazo de 30 meses. El reloj oficial empezó a correr el pasado primero de enero, pero hasta la fecha todo sigue igual y ni siquiera se han realizado los trámites de expropiación de los terrenos afectados por el trazado. Y sin este requisito previo díficilmente podrán actuar las máquinas.
Mientras tanto, Fomento da largas a un proyecto que debería estar en obras desde hace cuatro meses y aduce problemas técnicos -falta de acuerdo con los propietarios de los terrenos- para justificar el nuevo retraso. El responsable de la demarcación de Carreteras del Estado en Cataluña, Vicenç Vilanova, se comprometió en febrero a adelantar el pago de las expropiaciones para evitar que los 200 afectados, la mayoría de Cervera, cumplan la amenaza de no dejar entrar las máquinas en sus fincas. Un año después de estar en servicio, algunos no han cobrado aún la totalidad de las indemnizaciones por la construcción de la variante.
Abonos pendientes
El sindicato Unió de Pagesos, que asesora a los agricultores en materia de expropiaciones, les ha aconsejado que no firmen ninguna autorización hasta que la Administración central les abone las cantidades pendientes y las que se pacten en su día para la autovía: el 25% en el momento de firmar las actas previas, otro 25 % en al ocupar las fincas y el resto durante este año.
Por su parte, el diputado del PP por Lleida y presidente de la Comisión de Peticiones del Congreso, José Ignacio Llorens, anunció hace un mes que las obras del polémico tramo comenzarían en mayo y apostó -'lo que haga falta', dijo literalmente- a que la nueva vía estará acabada en el plazo previsto, es decir, a finales de 2003. 'Me mantengo en lo que dije porque el mes todavía no se ha acabado', manifestó ayer Llorens, quien dijo no entender tanta crispación y tantas prisas en iniciar las obras cuando el anterior Gobierno socialista 'las tuvo paradas 14 años'. En todo caso y si el retraso se acentúa, el Gobierno del PP podrá inaugurarla durante la campaña de las próximas elecciones generales, previstas para 2004.
Ante el estancamiento actual del proyecto y el silencio de la Administración, la plataforma Autovía Ara realizó el pasado 22 de abril en Cervera un simulacro de inicio de las obras para protestar por el retraso de las mismas. El portavoz de este colectivo, Josep Ortiz, amenazó con organizar acciones más contundentes, como cortar la carretera, si próximamente no se observa un mayor interés de la Administración por acelerar las obras.
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