Cultura restaura las pinturas rupestres de L'Albi, rociadas por unos desconocidos con un aerosol naranja
Técnicos del Departamento de Cultura han iniciado la restauración de las pinturas rupestres de la Vall de la Coma, en L'Albi (Garrigues), contra las que unos desconocidos atentaron en abril de 1999 rociándolas con un aerosol de color naranja, sólo tres meses después de ser declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Siete de las diez pinturas, de más de 5.000 años de antigüedad, sufrieron daños irreparables, a juicio de los técnicos.
La Generalitat ha encargado a Eudald Guillamet, considerado uno de los mejores expertos en intervenciones de estas características, la limpieza y restauración de las pinturas afectadas por el acto vandálico, el tercero que sufren en los últimos 10 años, pese a no hallarse en un lugar muy frecuentado, situado a unos cinco kilómetros de L'Albi, en medio de un paraje boscoso al que se llega por un camino de tierra. Está previsto que la operación finalice el 14 de junio.
Las pinturas de este yacimiento, que representan esquemáticamente a personas y animales, son únicas en su estilo, ya que algunas de las figuras todavía no han sido descifradas por los especialistas en arte rupestre. La intervención que realizará Guillamet a puerta cerrada es muy delicada y compleja, puesto que deberá eliminar cuidadosamente la mancha de pintura de color naranja fosforescente, que impregna la pared en una superficie aproximada de 65 por 55 centímetros, sin ocasionar otros daños. En los anteriores atentados, los gamberros utilizaron pintura de color blanco y negro, pero las obras pudieron ser restauradas con gran eficacia.
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