Alta diplomacia

1. SI YO fuera el embajador de Marruecos en España andaría preocupado tirando a preocupadísimo. A las diez de la mañana telefoneo a Rabat: urgente urgente, Presidente español anuncia represalias por desacuerdo pesquero. A las once: urgente urgente, Vicepresidente Segundo español dice que no hay represalias. A las doce: urgente urgente, Vicepresidente Primero dice que represalias sí. A la una: urgente urgente, que jajajá, no os lo vais a creer, jajajajá, que no hay represalias, lo dice el ay que me parto, el ministro Portavoz. ¿Se puede saber qué clase de embajador tenemos en Madrid?, pregunta el ministro marroquí, ¿es que está todo el día bebido? Nada nada, ahora mismo telefoneo en persona a Piqué y lo aclaro todo. ¿Se puede poner el señor Piqué, por favor, de parte de su homólogo marroquí? No está, ha salido a poner paz en Oriente Medio. ¿Y va a tardar mucho? Pues no se sabe, de momento ha comparado a los Palestinos con ETA. Ah, dice el ministro marroquí pensando leñe cómo se las gastan. Pero no se preocupe, porque ya el Presidente le ha matizado y ha dicho que no, que no se parecen en nada.

Trabajo fino se llama. En el entorno de Piqué se justifican: cada ministro debería ocuparse de lo suyo, y si Piqué es el ministro Candidato a la Presidencia de la Generalitat, ¿qué hace ocupándose de la política exterior?

2. Una idea para la campaña vasca: en lugar de dar los mítines a los adeptos, podrían dárselos a los adversarios. Por ejemplo: Ibarretxe invitado sorpresa en un mitin del PP. Podría explicarles lo que es el neofranquismo y exigir a todos los presentes que pidan perdón por el bombardeo de Guernika, especialmente a los mayores de sesenta años, por haber nacido en la década de la guerra civil española. Mayor Oreja podría ir a un mítin del PNV y contar a los fieles nacionalistas por qué no le interesa aprender euskera y lo bien que le ha ido en la vida sin aprenderlo.

3. El nuevo PSOE tiene de nuevo la misma idea: reformar rtve y que al director le elijan dos tercios del Congreso y durante cinco años. Procedo a narrarles la sesión en Cortes. Responderá Aznar, con esa cortesía parlamentaria que Dios le ha dado: ¿ustedes van a dar lecciones de no injerencia en los medios públicos? Váyanse al peo, señores. (Aplausos en los bancos populares, abucheos y pateos en los socialistas, Luisa Fernanda Rudi dirá orden orden consultando en la mirada de Mariano Rajoy). Replicará Zapatero: sí, señor Aznar, los socialistas hemos cometido errores, pero se trata de que nadie los cometa nunca más, de que nunca más tve esté al servicio de un partido ¡como ahora está al servicio del PP y de su persona! (aplausos en los bancos socialistas, entre los populares comentarios: será cursi) Contrarreplicará Aznar: ustedes, los socialistas, han manipulado hasta la náusea. En el telediario de la noche saldrá esta última frase de Aznar. De Zapatero saldrá: sí, señor Aznar, los socialistas hemos cometido errores.

4. Y ahora que el Tireless está a punto, ¿no podríamos alquilárselo a nuestro ex amigo Tony Blair para bombardear Marruecos? (Bombardear: cargamos el Tireless en una avioneta y lo dejamos caer para que les estalle. Ya dijo Kindelán que nosotros, de manejarnos con submarinos nucleares a lo ortodoxo, ni papa.)