Roberto Carlos, primer madridista expulsado en toda la temporada
A Roberto Carlos le molestó perder y le fastidió la expulsión. Porque fue Catanha quien le empujó a él, y no al revés, aseguró tras el partido. Pero la tarjeta roja fue también un incordió porque rompió una estadística sorprendente y espectacular: ningún jugador del Madrid se había ido a la caseta por la vía rápida en toda la temporada. De hecho, ningún madridista ha visto la roja en más de un año; el último fue Guti, el 26 de febrero de 2000.
Roberto Carlos se quejó por haber roto semejante registro. "Me da pena haber sido el primer expulsado del equipo en las 33 jornadas de Liga, y me da pena por la forma en que se produjo". Según el relato del jugador, Catanha se le echó encima en la crucial jugada. "Me hizo falta. Pero el árbitro lo interpretó al revés porque seguía la jugada desde más de doce metros de distancia", se quejó el madridista. Finalizado el partido, Roberto Carlos se disculpó ante el árbitro por las protestas que motivaron la primera tarjeta amarilla.
El distancia con el Deportivo, no parece preocupar demasiado al defensa del Madrid, en contra del criterio del entrenador, Vicente del Bosque, que alertó de que él jamás ha dado la Liga por ganada y de que el segundo se puede poner hoy a seis puntos de distancia. Roberto Carlos cree que hay colchón. "Podemos perder partidos como éste. Esa es la diferencia entre nosotros y los que nos persiguen".
Del Bosque no se lamentó del esfuerzo ante el Bayern, de la mente dispersa, ni de los habituales suplentes. Por no discutió la expulsión de su jugador. Reconoció que ese gol "desquició" al Madrid. "A partir de ese momento, con la tarjeta roja y el gol de Gustavo López, todo se nos puso en contra y no tuvimos capacidad para reaccionar".
Disgustado por su discreto papel ante más de dos mil compatriotas, Luis Figo abandonó el campo sin hablar con nadie y enfiló directamente al autobús. Los portugueses que se desplazaron a Vigo, en una cantidad que no se veía en Vigo desde el histórico 7-0 al Benfica, se tuvieron que conformar con disfrutar del fútbol del Celta, lo único destacable que presenció Balaídos. Otros dejaron el estadio menos enojados, como los ex célticos Míchel Salgado y Makelele, que compartieron una cena con la plantilla celeste cuando se acabó el encuentro.
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