Agnelli ataca a la prensa extranjera por tratar a Italia como república bananera
Berlusconi recibe el inesperado apoyo del poderoso presidente de Fiat
El cerco contra Berlusconi parece dejar paso a la distensión, como lo demuestra la propuesta conciliadora de la RAI, que además se mostró dispuesta a que el debate sea retransmitido por una de las cadenas del grupo Mediaset, propiedad de Berlusconi. Si el líder de la derecha aceptara participar en un debate con Rutelli sería un excelente regalo para el ex alcalde de Roma, que espera obtener así un doble beneficio. De un lado, medirse con su principal adversario, lo que significaría una legitimación de hecho, porque hasta ahora Il Cavalieri no ha dejado de referirse a él como a un mero 'relaciones públicas' de la izquierda, cuyo verdadero líder sería el ex primer ministro Massimo d'Alema. De otro, le daría la oportunidad de plantearle a Berlusconi tres preguntas cruciales, sobre cuyo contenido existen pocas dudas. Se refieren al conflicto de intereses que afecta al líder de la Casa de las Libertades, el hombre más rico de Italia, dueño de un imperio mediático, a las sombras que existen sobre los orígenes de su fortuna y a sus hipotéticos contactos con la Mafia. Temas que ha suscitado ya la prensa italiana y que elevó a categoría de dogmas demoledores el semanario británico The Economist.
Sin embargo, después de la ebriedad que produjo en el centro-izquierda el artículo del semanario británico, en el que se declaraba a Berlusconi 'inadecuado' para gobernar Italia, ayer llegó la resaca. Fue Giovanni Agnelli, el rey sin corona de la República Italiana, el que se pronunció en contra de la biblia económica. 'Lo que me ha disgustado', dijo refiriéndose a la prensa extranjera, 'es que se ha caracterizado -no digo se ha permitido- por hacer juicios sobre el que puede ser un posible presidente del Gobierno, dirigiéndose al electorado italiano como si fuese el de una república bananera'. Agnelli elogió, en cambio, a la revista Time, que dedica un perfil elogioso a Il Cavaliere.
Entretanto, uno de los temores de Berlusconi, el de la amenaza terrorista, quedó conjurado ayer con una redada de la policía en Roma, Crotone (Calabria) y Milán, donde fueron detenidas ocho personas presuntamente vinculadas a las Brigadas Rojas. Los detenidos no estarían implicados en el atentado perpetrado hace unas semanas contra el Instituto de Asuntos Internacionales en Roma. Se trataría de simpatizantes dispuestos a colaborar con los terroristas en eventuales atentados.
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