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Persson y Solana viajan a Corea del Norte en una visita inédita

La presidencia de la Unión Europea (UE) inicia hoy una visita a Corea del Norte, la primera de alto nivel que Occidente efectúa al más cerrado país comunista del planeta, sumergido en las tinieblas de la depresión económica y la hambruna, para comprender el alcance de las tímidas señales de apertura lanzadas últimamente.

Es una misión política no mediadora y de apoyo al diálogo de reconciliación intercoreana (cargada de riesgo por el fundado temor a que concluya sin éxito) la que va a realizar el primer ministro sueco, Göran Persson, actual presidente europeo, junto al alto representante Javier Solana, y el comisario de Relaciones Exteriores, Chris Patten, a quienes acompañan una veintena de funcionarios y 75 periodistas.

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La delegación, que viaja directamente desde Estocolmo -la prensa lo hará desde Pekín-, permanecerá apenas una jornada y media en Pyongyang para continuar luego en avión rumbo a Seúl, la capital de Corea del Sur, donde estará hasta el viernes y dará cuenta al presidente surcoreano, Kim Dae Jung, de los resultados de su reunión con Kim Jong Il, el 'querido líder', según la propaganda del régimen.

Persson, Solana y Patten llegan a la frágil península en medio del parón que sufren actualmente las negociaciones intercoreanas, aguadas casi un año después de la primera cumbre entre los dos Estados. En buena parte ha contribuido la llegada del republicano George W. Bush a la Casa Blanca y su decisión de revisar la política norcoreana de EE UU que en los últimos meses de la Administración demócrata experimentó progresos casi irreversibles tras la visita de Madeleine Albright en octubre a Pyongyang y la que a punto estuvo de realizar antes del fin de su mandato Bill Clinton.

Respuestas concretas

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La misión de la UE pretende arrancar del enigmático y errático Kim Jong Il respuestas concretas a las siguientes preguntas: ¿Celebrará una nueva cumbre este mismo año con su homólogo del sur y con qué objetivos? ¿Sigue comprometido a mantener el acuerdo de 1994 con EE UU para transformar su programa nuclear militar y permitir la inspección de la Agencia Internacional de Energía Atómica? ¿Continuará respetando la moratoria de 1999 sobre el lanzamiento de misiles de corto y medio alcance? ¿Hasta dónde llega su promesa de reforma económica? ¿Está dispuesto a iniciar un diálogo con los europeos sobre derechos humanos? ¿Tendrán las ONG más acceso en la distribución de la ayuda humanitaria?

Corea del Norte busca desesperadamente más dinero y más ayuda humanitaria y alimentaria externa. Las perspectivas de salir del marasmo siguen siendo muy sombrías. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU, que sustenta desde hace cinco años a una tercera parte de sus más de 21 millones de habitantes, anunció el pasado abril un déficit de 1,8 millones de toneladas de grano en la última cosecha.

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