Sondas para ver la infancia del cosmos

Aunque son mucho más costosos, los experimentos en el espacio presentan grandes ventajas en comparación con los terrestres. Las sondas espaciales MAP y Planck, de la NASA y la Agencia Europea del Espacio (ESA) respectivamente, liberarán las observaciones de la radiación cósmica de fondo de las ruidosas fuentes de microondas de la Tierra y de su atmósfera. Y al igual que su antepasado Cobe, de la NASA, escanearán el universo entero en busca de los detalles del fondo de microondas, para añadir el peso estadístico de los datos que es tan necesario para definir el espectro de energía. 'Vamos a tener mucho más control sobre un dispositivo que se balancea desde un globo sostenido por un par de jóvenes físicos', afirmó Philip Mauskopf de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) y veterano del proyecto Boomerang.

¿Pero se justifica el gasto de miles de millones de pesetas en cada una de las naves de observación para estudiar la radiación de fondo de microondas sólo por conseguir un mayor control? Al parecer, la NASA y la ESA han hecho de esta investigación su prioridad máxima en astrofísica, y la falta de comunicación junto con la poca confianza que ambas tienen en sus respectivos procesos de selección han desembocado en esta aparente redundancia.

'En otros campos se podría cuestionar la necesidad de que haya tantos experimentos que vayan en conjunción', afirma Jan Tauber, de la ESA, que dirige el equipo de Planck. 'Pero aquí cuenta la confianza y ningún experimento será creíble hasta que se haya repetido', dice Tauber. Lyman Page (Universidad de Princeton) está de acuerdo: 'La radiación de fondo es tan importante que, en cualquier caso, ambas misiones serían necesarias'.

Aunque ambos lanzamientos fueron propuestos al mismo tiempo, como la Planck tiene un programa de desarrollo más largo, el despegue de las dos sondas se hará con seis años de diferencia. La MAP saldrá el próximo junio.

'Esperamos descubrir la mayoría de las cosas interesantes', afirma David Spergel, de MAP, pero desea la confirmación que la Planck aportará, teniendo en cuenta que logrará más resolución en las observaciones. Con aproximadamente el doble de resolución angular, la Planck podrá examinar el fondo de microondas con una escala más detallada, en la que se almacena la mayoría de la información importante para verificar la teoría de la inflación.

Aunque representa la veta más rica de información, el fondo de microondas por sí sólo no aportará a los teóricos la confianza que necesitan para apuntalar definitivamente la teoría de la inflación. 'Hubo una época en la que muchos teóricos predecían que la radiación de fondo sería la respuesta para todo. Pero no será lo único necesario para restringir a los cosmólogos', dice Mauskopf. Tendrán que sumarse los datos de las prospecciones de la galaxia, como la Sloane Sky Digital Survey y la 2DF, junto con las medidas del contenido de la materia del universo.

Por supuesto, existe la posibilidad de que los cosmólogos estén equivocados sobre la radiación de fondo y sobre la inflación. Aunque los datos de los experimentos en tierra como Boomerang parecen estar en concordancia con el modelo de inflación, aún hay suficiente ruido en la señal obtenida como para enmascarar el error. Mike Hobson, de Plank, cree que no es muy probable que se hayan equivocado con la inflación. 'Hay muchas cosas que encajan, y a veces sin ningún esfuerzo', dice.