Las nuevas facultades del Raval potenciarán un gran espacio cultural junto al Macba y el CCCB
Los centros de Geografía e Historia y Filosofía se levantarán frente a la Casa de la Caritat
La habitual imagen de jóvenes jugando frente al CCCB -un espacio en el que imperan los graffiti- empieza a tener los días contados, ya que esa plaza quedará integrada en el proyecto que llevará a cabo la Universidad de Barcelona. La llamada illa Misericòrdia está comprendida por las calles de Tallers, Ramelleres, Elisabets, Montalegre y Valldonzella. Ese espacio se traducirá en algo más de 28.000 metros cuadrados de superficie construida para dar cabida a unos 7.000 alumnos.
Se trata de un proyecto que ya ha sufrido varias transformaciones, todas ellas motivadas por el problema del espacio y también por problemas presupuestarios y de financiación que todavía no están despejados. Tanto el Ayuntamiento como la universidad han mantenido una buena sintonía en este proyecto porque resuelve intereses de ambas instituciones. En el caso de la universidad, porque posibilita que sus centros de humanidades regresen al centro de la ciudad, precisamente junto a equipamientos como el CCCB y el Macba. Para el Ayuntamiento, en especial para el distrito de Ciutat Vella, la llegada de un equipamiento universitario es casi sinónimo de revitalización del barrio, algo que preocupa a los responsables municipales.
El proyecto de construcción de los edificios universitarios ha tenido varias propuestas. La definitiva, que ya cuenta con el dictamen favorable de la comisión jurídica asesora de la Generalitat y sólo está pendiente de la aprobación de la Subcomisión de Urbanismo de Barcelona, supone la creación de un espacio compartido por los propios edificios universitarios con paseos y plazas.
Recorrido para peatones
'Es un recorrido para peatones, de nueva creación, que se extiende entre la calle de Montalegre y la de Ramelleres', explica el documento definitivo. En algunos tramos habrá porches de los propios edificios universitarios o de plazas interiores.
La entrada principal al nuevo complejo universitario se situará en la calle de Montalegre y supone un cambio sustancial respecto a la primera propuesta, en la que esa plaza tenía forma de U. En su lugar, ese espacio público se ha integrado en el conjunto de los edificios universitarios, que tendrán un porche de un piso y medio de altura en la fachada de la calle de Montalegre.
La división del espacio propuesta forma una estructura de zonas libres en el interior de la manzana que se apoya en los múltiples patios y jardines que ya existen. Los edificios que compondrán los nuevos equipamientos universitarios tendrán una altura de planta baja más cuatro pisos -que es la de la mayoría de las edificaciones de esa parte del Raval- salvo en el interior de la manzana, donde se construirá un bloque más alto, de planta baja más cinco pisos.
El proyecto también supone cambios en la configuración de las calles. La de Montalegre, en realidad, recupera el carácter de calle, ya que ahora parece la continuación de la plaza de los Àngels. La de Ramelleres se retrasará hacia el interior de la manzana a la altura del edificio que ocupaba Fecsa, punto en el que el paso simultáneo de peatones y vehículos es actualmente imposible a causa de la estrechez de la calzada y las aceras.
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