El reloj biológico de las plantas

Cualquier persona que haya realizado un largo viaje en avión entre países con distinto horario sabe lo que es sufrir ciertas alteraciones. Las mismas que todos padecedemos dos veces al año, cada vez que se adelanta o atrasa la hora. Esos cambios que notan las personas se deben al funcionamiento de lo que se conoce como reloj biológico, un mecanismo natural que provoca, por ejemplo, que sensaciones como el hambre o sueño se suelan producir habitualmente en los mismos momentos.

Las plantas también tienen un reloj biológico que es tan importante, o más, que el de los humanos ya que se encarga de medir la longitud del día y eso resulta transcendental para la reproducción y el desarrollo de flores y frutos. Los profesores Juan Capel y José A. Jarillo, dos investigadores del grupo de Genética y Fisiología del Desarrollo Vegetal de la Universidad de Almería, junto a investigadores de la Universidad de Pennsylvania (EEUU), han descubierto recientemente una nueva proteína que forma parte del reloj biológico de las plantas.

Los resultados de esta investigación, en la que también han participado los profesores norteamericanos Ru-Hang Tang, Hong-Guang Vang, Joseph R. Ecker, Anthony R. Cashmore y José Miguel Alonso (éste último investigador español afincado en California), fueron publicados el pasado mes de marzo en la prestigiosa revista científica Nature.

Según explica el profesor almeriense Juan Capel, 'el reloj biológico de las plantas es el que controla todo, no como en los humanos donde resulta importante pero siempre se puede conseguir imponer la mente'.

El reloj biológico es el encargado de ahorrar gran cantidad de energía a las plantas ya que, antes de que amanezca, hace que se sinteticen todas las proteínas que participan en la fotosíntesis y, antes de que anochezca, se encarga de que esas proteínas dejen de sintetizarse puesto que por la noche son innecesarias. Eso hace que sea esencial para una planta que su reloj biológico 'esté siempre en hora', tal y como explica Juan Capel.

Los relojes biológicos son 'puestos en hora' por un fotorreceptor que responde únicamente a la luz azul y que recibe el nombre de criptocromo. Sin embargo, el reloj biológico de las plantas responde también a la luz roja y esa respuesta la mide un fotorreceptor llamado fitocromo que está presente sólo en el reino vegetal y en algunas bacterias.

Lo que han conseguido identificar este equipo de investigadores es una nueva proteína que interacciona tanto con fitocromos como como criptocromos y que parece ser un componente del reloj biológico de las plantas. Esa proteína recibe información de los fotorreceptores y sería la encargada de 'poner en hora el mecanismo del reloj de las plantas'.

La importancia del descubrimiento es muy elevada ya que permite avanzar en cuestiones como el control de la floración de las plantas, lo que permitiría conseguir productos extratempranos y, por tanto, más rentables. 'Las aplicaciones prácticas están por venir', asegura Juan Capel, quien demanda mayor interés por parte de la iniciativa privada para promover investigaciones. 'En España estamos muy acostumbrados a decir eso de que investiguen ellos y tenemos que darnos cuenta de que la investigación es un beneficio para toda la sociedad y las empresas interesadas tienen que potenciar esas investigaciones', reclama Capel.

En el plazo de poco menos de un mes, este grupo de investigadores ha logrado que otro de sus estudios haya sido incluído en la revista Nature, todo un logro si se tiene en cuenta la exclusiva selección que practica la publicación. En este segundo caso el resultado ha sido la identificación del fotorreceptor de luz azul que controla el movimiento de los cloroplastos de las plantas.