El estudio vuelve a abrir el debate sobre las funciones de la universidad

El presidente del Consejo Social de la Universidad Jaume I de Castellón, Rafael Benavent, volvió, el pasado viernes, a mostrar el concepto utilitarista que tiene de la educación. Para Benavent, según dijo, el informe acerca de las trayectorias ocupaciones de los titulados por las universidad de Alicante, Valencia y Castellón ha de servir de 'herramienta para que las universidades evalúen la eficacia de las titulaciones y la administración tenga en cuenta a la hora de asignar recursos'. Par el rector de la Jaume I, Fernando Romero, el estudio permite conocer 'las condiciones de los estudiantes' una vez han finalizado los cursos universitarios. Sin duda, cada uno lo utilizará para una cosa y, al menos, ha servido para que el consejero de Industria, Fernando Castelló, conociera, con datos, la práctica ausencia de emprendedores en el inescrutable mundo empresarial y la falta de adecuación entre los titulados y su primer empleo remunerado. Castelló admitió que 'la administración debe favorecer la cultura empresarial de los jóvenes emprendedores mediante el apoyo a programas de microempresas que hagan realidad la inquietud de este grupo social por su incorporación al tejido empresarial'. Además, mostró su 'coincidencia' con Benavent en su opinión de que este informe ha de servir 'para que las universidades adapten mejor su formación a la hora de ajustarse a la demanda laboral de las empresas'. Pese a que las Humanidades y la Filosofía son dos titulaciones cuyos estudiantes obtiene peores resultados laborales, también lo es Turismo que, en el caso de Castellón, fue una titulación auspiciada por el propio Consejo Social.

El informe se ha realizado mediante 8.396 entrevistas telefónicas, con un muestreo aleatorio proporcional a las variables: universidad de procedencia, sexo y titulación sobre estudiantes que acabaron sus cursos universitarios entre 1991-92 y 1998-99.