Interior instalará más radares de velocidad y aumentará los controles de alcoholemia

El ministro del Interior, Mariano Rajoy, se comprometió ayer en el Congreso a incrementar los controles de alcoholemia y velocidad (con una nuevo sistema de radares "en cascada", que permiten mantener la vigilancia escolanada en largos tramos de carretera) y a eliminar 50 de los 107 puntos negros de las carreteras con el objetivo de acabar con el "grave problema de los accidentes de tráfico y de pérdida de tantas vidas humanas". El vicepresidente anunció estas medidas para responder a una interpelación que le había planteado el PSOE para conocer la política del Gobierno en materia de tráfico.

Rajoy recordó que el 37,4% de los conductores muertos en accidentes el año pasado había ingerido alcohol y agregó que "en el 20% de los accidentes del primer trimestre de 2001 la velocidad inadecuada estaba presente". Para atajar ambos porcentajes, el ministro indicó que la Dirección General de Tráfico va a comprar nuevos etilómetros para aumentar los controles de alcoholemia, de los que cada año se hacen dos millones.

El ministro aseguró que este año se iniciarán las obras para la eliminación de 50 puntos negros de las carreteras españolas y anunció que los arreglos de los 57 restantes se licitarán durante este año.

El diputado socialista Victorino Mayoral lamentó que Rajoy no presentanse un plan de reducción de víctimas ni "un tratamiento a largo plazo" para intentar reducir la siniestralidad en las carreteras.