Villalonga afirma que su renuncia al escaño 'no es un adiós definitivo' a la política
El ex diputado del PP vuelve a la carrera diplomática en el Ministerio de Exteriores
'No es una despedida eterna, porque tengo vocación política; no es un adiós definitivo, sino un paso a la vida privada'. Fernando Villalonga no dudó ayer, al explicar su decisión, en dejar bien claro que, si se diera el caso, volvería a la vida política pero que, en este momento, 'ha llegado un punto en el que no hace falta' su contribución, según dijo.
El ya ex diputado por Castellón mantuvo, en todo momento, que han sido criterios personales los que le han llevado a hacer efectiva esta renuncia. Así, descartó que una posible frustración por haber quedado fuera del último Gobierno de José María Aznar -después de que en el anterior fuera llamado para hacerse cargo de la secretaría de Estado de Cooperación Internacional- haya tenido algo que ver en su decisión. 'Ha sido una experiencia muy enriquecedora', sostuvo, lo que le llevó a animar 'a todo el mundo' a participar en la vida política, desde donde, tal como señaló, 'se tiene la posibilidad de cambiar las cosas'.
Fernando Villalonga fue consejero de Cultura y Educación de la Generalitat, entre 1995 y 1996, en el primer gobierno de Eduardo Zaplana. Aquello se valoró como una 'recomendación' del propio José María Aznar, entonces líder de la oposición en España. Aznar, que entonces todavía mantenía su amistad con Juan Villalonga, primo del ex diputado y al que un año después, tras la llegada del PP a la Moncloa, colocaría al frente de la compañía Telefónica, conoció a Fernando Villalonga cuando éste desempeñaba la labor de consejero cultural de la embajada de España en Argentina.
Durante su etapa al frente del departamento de Cultura de la Generalitat, Fernando Villalonga dejó muestras de su talante liberal y de su clara adscripción a la tradición valencianista que representó su abuelo, Ignasi Villalonga. Algo que le supuso no pocas dificultades, porque chocaba de plano con ciertas posiciones del propio Partido Popular, y que le procuró fuertes ataques de los sectores de la derecha regionalista, en especial en relación con el conflicto lingüístico, donde mostró abiertamente su postura favorable a la unidad de la lengua.
Posteriormente, Villalonga fue designado secretario de Estado para la Cooperación Internacional, cargo que ocupó hasta las pasadas elecciones generales, en las que obtuvo el escaño de diputado. Varios ministerios le ofrecieron puestos de relevancia, pero los rechazó. Finalmente, su primo Juan le llamó para presidir la Fundación Telefónica. Pero la salida del presidente de la operadora, pocos meses después de las elecciones, frustró esta posibilidad. Así, Fernando Villalonga volverá ahora a la carrera diplomática, que ayer calificó de su 'vocación'.
'Seis años son suficientes', dijo para explicar el por qué del momento elegido para abandonar la vida política. 'He tenido ofrecimientos de otras secretarías de Estado pero he preferido pasar por la experiencia parlamentaria'. Ante las críticas de una escasez de actividad parlamentaria, Villalonga se limitó a señalar: 'He hecho lo que me ha pedido el partido'. Y añadió que la actividad en el Congreso no se limita a hacer preguntas sino también a participar en comisiones. Así, de su contribución en la de Educación y Cultura, subrayó la de la creación de la ley del cine.
Encargo de Piqué
A partir de ahora, Fernando Villalonga volverá al Ministerio de Asuntos Exteriores, donde por encargo del ministro, Josep Piqué, está preparando el encuentro hispano-argentino que se celebrará el próximo mes de octubre, coincidiendo con la visita del presidente argentino Fernando de la Rúa. Además, el ex diputado se encargará también de la normalización y recuperación de las relaciones entre España y Chile.
Eduardo Zaplana y el propio Carlos Fabra fueron dos de las personas hacia las que Villalonga quiso dirigir ayer su agradecimiento. Precisamente al segundo, se refirió al ex diputado como un político de 'talante abierto, respetuoso con todas las inquietudes de la Comunidad Valenciana' y como un importante protagonista del proceso de 'pacificación lingüística' en el que él mismo tuvo protagonismo durante su etapa de consejero.
Fernando Villalonga ha sido sustituido por José Ramón Calpe, número cinco de la lista del PP al Congreso por Castellón y concejal de Burriana. Calpe ya fue diputado nacional en la legislatura anterior.
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