Inmigrantes
Esta carta va dirigida a la persona que ha sido capaz de tener trabajando en su casa de Hondarribia a un inmigrante en situación ilegal (en este caso una señora ecuatoriana) durante cinco meses sin pagarle ni una peseta y además con la amenaza de denunciarle por robo si se le ocurría marcharse. Esta inmigrante tiene tres hijos que dependen de ella en su país.
Parece ser, según el departamento de Asistencia Social del municipio, que no se puede hacer nada al respecto, porque la persona explotada se encuentra en situación ilegal y no puede denunciar los hechos. ¿Alguien lo entiende?. Que sepa esta persona que este tipo de explotación no le va a salir gratis; por lo menos la conciencia se lo va a cobrar con creces.-
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