3.100 objetores se incorporan a la última convocatoria de la prestación
El fin de la objeción pone en peligro la atención en algunas organizaciones
Un total de 3.160 objetores de conciencia se han incorporado en el País Vasco a la última convocatoria, del pasado mes de marzo, de la Prestación Social Sustitutoria (PSS). El contingente supone el último grupo que cumplirá este servicio alternativo a la mili, que se suspenderá el próximo diciembre. A partir de entonces, las organizaciones humanitarias más pequeñas y federaciones deportivas, en las que mayoritariamente se realiza la prestación, verán peligrar la cobertura de sus servicios.
Algunos colectivos como Cruz Roja, una de las que cuenta con mayor número de voluntarios, ya tiene prevista la adopción de medidas. 'Se han ido rebajando las plazas; ahora mismo, tenemos 500 objetores en Vizcaya. No nos pilla desprevenido porque funcionamos fundamentalmente con voluntarios', dice uno de sus responsables.
Otras organizaciones con menos posibilidades piden a la Administración que arbitre soluciones para resolver la situación que podría impedirles continuar con su labor de asistencia. 'Se podrían dar becas y conceder créditos a los voluntarios, que puntuarían a la hora de buscar trabajo', propone Josetxo Etxeberria, presidente de la Federación de Remo de Guipúzcoa, que cuenta actualmente con cerca de 60 objetores que realizan la prestación.
Por el contrario, el Movimiento de Objeción de Conciencia y la Oficina de la Paz de Bilbao coinciden en que la prestación 'quita puestos de trabajo y profesionalmente no reúne la calidad necesaria'.
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