Cambio de condición y costumbres

Gustavo Villapalos, consejero de Educación, se ganó ayer el sueldo. De ocho preguntas, acaparó cuatro. Y una comparecencia. Franco González, diputado de IU, le preguntó por las obras del instituto Tierno Galván, y, cuando el consejero no había acabado de decir que concluirían en agosto, ya estaba el socialista Adolfo Navarro inquiriendo por el colegio Fray Junípero Serra. Terminaba Villapalos de asegurar que se haría uno nuevo, y ya se levantaba María Dolores Rodríguez Gabucio (PSOE) con lo de si se iba a garantizar la equivalencia entre las calificaciones de COU y las de la LOGSE.

Un sinvivir. No le había dado tiempo a decir que no había equivalencia posible, cuando la misma diputada volvía con el retraso en los exámenes de acceso a la Universidad. Desesperado, el consejero trabucó la cita del torero y dijo: 'Lo que es imposible es imposible y, además, no puede ser'. Que viene a ser lo mismo, pero que no es igual y sorprende en alguien que cuida con tanto rigor sus citas. A lo mejor era que sus señorías, tal vez agotadas por el periodo vacacional, andaban un poco ausentes. Momentos hubo en los que estaba más lleno el bar que el hemiciclo.

Pero no faltó lo que se llama tensión parlamentaria. La diputada del PSOE María Luz Martín Barrios se enfrentó, airada, al presidente de la Cámara, el popular Jesús Pedroche. Había preguntado su señoría a la consejera de Servicios Sociales, Pilar Martínez, por el retraso en la creación del servicio de atención a gay y lesbianas. Y la consejera vino a decirle que el PSOE se dedicaba a copiar lo de otros, como la Ley de Parejas de Hecho, que, según ella, los socialistas habían calcado del gobierno popular de Valencia.

Fue Martín Barrios y pidió la palabra por alusión a algo que no era objeto de la pregunta. Pedroche se la negó porque, efectivamente -dijo-, no era objeto de debate. '¿Y por qué no se lo dijo a la consejera?', preguntó la diputada socialista. 'Porque cometí un error', reconoció, humilde, el presidente. 'Pues no cometa otro y deme la palabra', rogó Martín Barrios. Pero no se la dio.

Es que hay que seguir los consejos de los clásicos y cambiar. Se lo dijo ayer el socialista Antonio Chazarra a Villapalos: 'Como decía Quevedo en El Buscón, cuando se cambia, no hay que hacerlo de lugar, hay que cambiar de condición y costumbres'. Razón tenía.

Pero para cambio, el del vicepresidente Luis Eduardo Cortés, que ayer se mostró dispuesto a colaborar con todo el mundo. Eso sí que fue cambiar.