Tres herederos de Zabaleta recurren para impedir que sus cuadros salgan de Quesada
Tres de los ocho herederos del pintor Rafael Zabaleta (Quesada, Jaén, 1907-1960) han interpuesto un recurso contencioso contra la decisión del Ayuntamiento quesadeño de permitir la salida de 80 cuadros del artista para una exposición itinerante por Bilbao, Vitoria y Córdoba.
Los tres recurrentes consideran incumplida la cláusula del documento de donación del legado de Zabaleta a su pueblo natal, que estipulaba que las obras sólo podían permanecer en el museo creado en honor del pintor y que abrió sus puertas dos años después de la muerte del que está considerado como uno de los máximos exponentes de la pintura figurativa española de su tiempo. Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, Zabaleta centró su atención en la temática campesina. Líneas rectas, colores fuertes y formas geométricas marcan su obra.
La decisión de los tres descendientes de Zabaleta ha indignado al alcalde quesadeño, Manuel Vallejo, que ya había alcanzado acuerdos con otros herederos para la retirada de una cláusula que él considera extemporánea y contraria a la que hubiera sido la voluntad del pintor.
'Si Zabaleta levantara la cabeza, los desheredaría por completo por impedir que su obra se divulgue por todo el mundo', asegura Vallejo. El alcalde de Quesada interpreta la decisión de los tres herederos como un intento de 'sacar tajada', máxime cuando no son propietarios de ninguna obra del pintor, como si ocurre con otros familiares.
Interés económico
'No les mueve ningún interés por la obra de Zabaleta, sólo un interés económico', subraya Vallejo, quien afirma con rotundidad que el Ayuntamiento y la Fundación del Museo Rafael Zabaleta -constituida la semana pasada con miembros de la Junta de Andalucía, la Diputación de Jaén y el propio Consistorio quesadeño- seguirán cediendo los cuadros para todas las exposiciones que se organicen, 'incluso fuera de España', apostilla el alcalde.
Tras pasar por Bilbao, la exposición de Zabaleta promovida por la Fundación BBK y la galería Expoarte se inaugura hoy jueves en Vitoria y próximamente llegará a Córdoba.
Es la primera vez en 40 años que la obra del pintor jiennense se expone fuera de su tierra natal. La muestra la componen 40 óleos, 10 acuarelas y 30 dibujos, sólo una parte del legado existente en el Museo de Quesada.
Los Gobiernos central y autonómico, la Diputación jiennense y el Ayuntamiento local tienen en marcha la construcción del nuevo museo de Rafael Zabaleta con un coste superior a los 640 millones de pesetas.
Arquitectura y artes suntuarias
Objetos de oro y plata, bronces, textiles, marfiles, maderas, cerámicas, mármoles y piedras se expondrán en El esplendor de los omeyas cordobeses. Dos áreas de Medina Azahara albergarán las piezas: en el edificio basilical (Dar al-Wuzara) se exhibirán los elementos arquitectónicos y los últimos descubrimientos del conjunto arqueológico. El Salón Abd al-Rahman III o Salón Rico, que se destinaba a las recepciones políticas de la ciudad, mostrará las artes suntuarias y otros objetos, desde tesoros, candelabros, botes de marfil, estucos y cerámicas a piezas de vidrio, juegos de ajedrez, relojes de sol, manuscritos o instrumentos quirúrgicos. Las piezas representan tanto los precedentes omeyas y abbasíes de Damasco y las producciones coetáneas orientales y del norte de África como los periodos emiral y califal de Córdoba. Carmen Calvo destacó el valor excepcional de 30 de ellas, entre las que se encuentran dos bocas de fuente en forma de ciervo de bronce fundido y cincelado. Ambas proceden de Medina Azahara y están fechadas después del año 936. Una la conserva el Museo Arqueológico de Córdoba y la otra viene del Museo Nacional de Qatar. También figuran tres aguamaniles en forma de pavo en bronce colado y cincelado de finales del siglo X y principios del XI que prestan el Museo del Louvre, la Fundación Furusiyya de Davos (Suiza) y la Pinacoteca Nacional Cagliari. El esplendor de los omeyas cordobeses mostrará la colección más importante de tesoros de la época califal, como los de Charilla y Alcalá la Real, en Jaén, y los de Loja y Romilla, en Granada. Otras de las joyas de la exposición son un cántaro sirio con decoración trilobulada y de florecillas de los siglos IX y X realizado en arcilla con decoración estampillada o un bote de marfil labrado de Braga, del siglo XI.
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