Una nueva avalancha de despidos agrava la crisis que atraviesa el sector tecnológico

La pausa de Semana Santa no ha servido como respiro en la inquietud que existe sobre los resultados del primer trimestre del año de Ericsson, el tercer fabricante mundial de móviles. La semana anterior se publicó que sus pérdidas de Ericsson en los tres primeros meses del año oscilarían entre 4.000 y 5.000 millones de coronas. Las previsiones son que la multinacional sueca presente un plan de ahorro de 20.000 millones de coronas (370.000 millones de pesetas) para los próximos cinco años. Ésta ha sido la tendencia general del sector en los últimos meses. Los problemas de Ericsson proceden de tres frentes: las menores ventas de terminales en todo el mundo, los retrasos en los concursos de UMTS -en los que Ericsson ha realizado fuertes inversiones- y la caída de la economía estadounidense. Para este año, la dirección de la empresa había estimado, a fines de enero, un crecimiento del negocio de entre el 15% y el 20%, pero ahora los analistas reducen ese cálculo al 6%. A la vez, sin confirmación oficial, algunos medios suecos informaron de que la empresa reduciría 30.000 puestos de trabajo. El británico Financial Times cifró el recorte en 15.000 trabajadores. Ericsson no confirmará sus planes hasta el próximo viernes, aunque parece que esta medida no afectará a España. En esas cifras se incluirían los 6.500 recortes ya anunciados. Esta caída del empleo es interpretada por los analistas como un mal signo para todo el sector de las telecomunicaciones y de Internet. Las acciones de Ericsson cayeron ayer un 4,96%, mientras la finlandesa Nokia retrocedió otro 4,3%. Su competidora Nokia, que también presentará el viernes sus resultados, prevé un beneficio bruto de 216.300 millones de pesetas (1.300 millones de euros) en el primer trimestre, y un aumento en las ventas del 20% con relación al mismo periodo del año pasado. Las ventas de teléfonos móviles crecerán, según las mismas previsiones, en un 16%, mientras que las de Ericsson caerán un 40% y las de Motorola, la primera del sector, otro 30%. Esas empresas también han anunciado serios recortes de plantilla, al igual que Cisco, que anunció la supresión de 8.700 empleos (25% del total) tras reconocer una reducción del 30% en sus resultados. La firma de informática Texas Instruments también recortará 2.500, el 6% de su plantilla al caer los beneficios el 49%. Adelantándose a los malos tiempos que se avecinan, el gigante de la electrónica del consumo holandés Philips ha anunciado una reducción de plantilla de entre 6.000 y 7.000 trabajadores. Con 220.000 empleados en todo el mundo, la multinacional considera necesaria la reestructuración para hacer frente al retroceso de la economía de EE UU, su mercado más importante, que se está traduciendo ya en menores ventas. El próximo trimestre, Philips entrará en número rojos, según las previsiones. Aunque por el momento la empresa no ha concretado los países afectados por los despidos, todo apunta a que serán las divisiones de semiconductores, componentes y electrónica del consumo, cuyas fábricas se encuentran sobre todo en Holanda y Bélgica. En España, la empresa prevé reducir 300 empleos en su filial Miniwatt.