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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Memoria mancillada

Cada año, en el aniversario del fusilamiento de mi padre, visito en el cementerio de San Rafael el lugar donde está el monolito que se erigió en memoria de los que durante la guerra civil española, y posteriormente durante los 25 años de paz, dieron sus vidas en defensa de la libertad. Días pasados he rendido esta obligada visita y he comprobado con tristeza que dicho monumento -modesto por demás- se encuentra en un estado de abandono verdaderamente vergonzante, que viene a demostrar el absoluto desinterés del gobierno municipal por su cuidado y mantenimiento.

Se puede entender que el partido que gobierna el municipio no tenga ninguna motivación ideológica o política que le vincule o acerque a este problema, pero aunque sólo fuese por sentimiento de respeto a la memoria de las personas que fueron fusiladas por el terror franquista -aunque esto no quiera reconocerse- y dieron sus vidas en defensa de un sistema de libertades como el que ahora gozamos, en tanto que ese monolito permanezca donde está y para salvar la dignidad del mismo, a quienes tenemos allí familiares nos parecería necesario y adecuado que periódicamente se le dedicasen unos minutos a este lugar, con lo que -entre otras razones- cuando lo visitemos no sintamos la vergüenza que producen la ingratitud y el olvido en forma de rastrojos y broza, y sí el legítimo orgullo de que bajo aquella piedra yacen los restos de quienes cimentaron la libertad y en su defensa lo dieron todo, incluidas sus propias vidas.

Desde aquí ruego a nuestras autoridades municipales para que dispongan que al citado lugar se le devuelva el aspecto de limpieza y decoro que merece.

También, decir a la oposición en el Consistorio malagueño -más sensible a este tema- que no cejen en reivindicar la solución a éste y a otros problemas, pues el cementerio de San Rafael, en sí mismo, es una ofensa para los vivos y para los muertos.

Permitidme la licencia de citar un pensamiento extraído no sé de qué libro o escrito: 'Una sola flor, depositada en determinado lugar, puede ser la expresión de un sublime homenaje'.

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