CC OO y UGT irán juntos al Primero de Mayo, pero sin resolver sus diferencias
Las discrepancias en el pacto de las pensiones impiden que elaboren un manifiesto conjunto
La decisión, que se extiende a toda España, fue tomada ayer en un breve encuentro mantenido entre los líderes de las dos centrales, José María Fidalgo y Cándido Méndez. Los secretarios generales de los dos sindicatos, junto a sus responsables de Organización, Alberto Pérez (UGT) y Rodolfo Benito (CC OO), decidieron ayer que marcharán juntos en las manifestaciones del Primero de Mayo. El encuentro fue descrito por los asistentes como 'más frío de lo habitual', y tuvo apenas una hora de duración.
El tiempo suficiente para ratificar que optan por no ahondar más en las diferencias y para elegir un lema central que presidirá las manifestaciones y que recogerán las pancartas: 'Empleo estable, seguro y con derechos'. Una reivindicación que las dos organizaciones creen que sigue pendiente y que no soluciona la reforma laboral impuesta por el Gobierno.
No obstante no habrá el tradicional manifiesto conjunto, en el que las centrales analizan el listado de problemas del panorama laboral. Su elaboración les hubiese obligado a abordar el estado de la reforma de las pensiones -un pacto que CC OO ha firmado junto al Gobierno y la patronal CEOE y la ausencia de UGT-, con el desenlace previsible de constatar la imposibilidad de fijar criterios comunes.
Debate pendiente
Por ello, la solución adoptada ayer, y que hoy será ratificada por la ejecutiva de UGT y el secretariado de CC OO, es 'empezar el debate por lo que nos une, no por lo que nos separa'. Para después del Primero de Mayo han pospuesto la realización de una 'larga sentada para hablar', y tratar de reconducir las discrepancias que han generado el más serio problema en los 13 años de unidad de acción.
En ese futuro debate, entre las cuestiones más importantes que deben acometer las direcciones de las dos centrales están los capítulos pendientes del diálogo social, y en especial la reforma de la estructura de la negociación colectiva. De momento, los dos sindicatos han empezado a preparar por separado los documentos de trabajo, a la espera de que el Gobierno, tal como ha anunciado, convoque en los próximos días un primer encuentro.
El criterio que han venido defendiendo ambas centrales es desarrollar los acuerdos que pactaron en 1997 con la patronal CEOE y reforzar la negociación colectiva, dotándola de nuevos instrumentos, potenciando los convenios sectoriales frente a los de empresa y evitando los vacíos de cobertura que alcanzan a un número importante de trabajadores. En un documento conjunto que elaboraron en octubre pasado afirman que 'los convenios generales deben permitir tanto una mejor regulación de los derechos de los trabajadores como una más amplia cobertura de sectores hoy emergentes o que se han visto sometidos a una mayor desregulación'.
Unos criterios, en principio, muy alejados de los que han venido defendiendo miembros del Gobierno, que se han mostrado partidarios de reforzar el papel de los convenios de empresa frente a los sectoriales.
También pueden surgir problemas con la participación del Gobierno en esa mesa. Para el secretario de acción sindical de UGT, Antonio Ferrer, la quiebra del diálogo social que se ha producido con la reforma laboral impuesta por el Gobierno va a influir en esa futura negociación. Este dirigente ugetista asegura que el Ejecutivo no debe participar en esa negociación, ya que es responsabilidad de los agentes sociales. Asimismo pide 'garantías de que el Gobierno no va a intervenir en caso de que la patronal y los sindicatos no lleguen a un acuerdo, porque en caso contrario esa mesa nacerá muerta'.
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