Endogamia universitaria
Estoy de acuerdo con Gabriel Tortella [EL PAÍS, 8-4-01] en que la endogamia universitaria es una situación muy lamentable.
No conozco los detalles de los planes convocados por el Ministerio de Educación, pero, si se ve una posible solución de este problema en la adopción de una habilitación de inspiración alemana, siendo alemán y conociendo este sistema, desgraciadamente tengo que defraudar esta esperanza.
En Alemania, la habilitación representa solamente un requisito que tienen que cumplir los candidatos a un puesto de profesor, pero que no tiene nada que ver con el propio proceso de selección, y por eso la habilitación alemana no sirve como remedio para la lucha contra la endogamia universitaria.
La habilitación alemana, ni es una prueba ni un examen en el sentido propio, por lo que tampoco garantiza la calidad superior al promedio del candidato. Para lograr la habilitacion en Alemania habría que trabajar un proyecto (de investigación), incluyendo la publicación de una disertación escrita y de algún número de artículos, más una cierta actividad docente. Esto se puede hacer como jefe de un pequeño equipo independiente o como asistente de un profesor, aunque esto último signifique muchas veces la explotación laboral del asistente por su propio profesor durante muchos años. Pero, sea como sea, una vez empezada, a nadie le falla una habilitación.
Lo que realmente significa la habilitación en y para Alemania es el aplazamiento totalmente superfluo del momento de solicitar una cátedra y, como consecuencia, la ausencia de profesores jóvenes en la fase más creativa y productiva de su vida académica. La habilitación alemana es un monstruo que, pese a muchos intentos de abolirla, aún existe y sobrevive gracias a la mente estrecha, la inflexibilidad y la resistencia de una gran parte de los profesores (mayores) alemanes.-
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